Bajo sospecha
La Liga ya ha entrado en la zona caliente, y de nuevo las sospechas del doping surgen alrededor de los vestuarios. La Federación Española de Fútbol no ha hecho intención todavía de montar el dispositivo necesario para imponer en España lo que es hábito en los grandes torneos internacionales. El deporte: español siempre es reacio a aceptar normas internacionales.En el fútbol español, además de sospechas, ha habido declaraciones públicas sobre este hecho. Las de Juanito, sin ir más lejos. Y pese a ello seguimos sin vigilar cada domingo a quienes pueden drogar o a quienes pueden drogarse por un erróneo planteamiento de su profesionalidad.
Hay entrenadores en el mundo, y en España alguno, con fama de especialistas en «provocar» grandes euforias entre sus jugadores. Pero siempre queda todo en pura especulación. Porque, sin control, no hay forma de confirmar las apariencias.
De ahora en adelante, al término de cada encuentro nos podremos encontrar con irónicas frases sobre el fondo físico de ciertos jugadores. Las pronunciarán incluso algunos preparadores. Y el tópico olor a embrocación encubrirá otros.
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