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La asamblea de trabajadores de Olarra acuerda que las centrales negocien con la empresa

En un ambiente de tensión, y tras algunos incidentes, la asamblea de trabajadores de Olarra aprobó ayer por mayoría que sean las centrales sindicales las que a partir de ahora negocien con la dirección de la empresa una salida al conflicto, que dura ya tres meses. Las secciones sindicales de ELA-STV, CC OO, UGT y USO, que habían convocado la asamblea, se comprometieron a no aceptar los despidos y a presentar a aquélla una alternativa en los próximos días.La asamblea, a la que asistieron alrededor de 1.500 trabajadores, se inició pasadas las diez de la mañana en el Pabellón de los Deportes de Bilbao, fuertemente custodiado en el exterior por efectivos de la Policía Nacional. En el interior, las centrales convocantes habían dispuesto un servicio de orden que, según denunció el comité de empresa, estaba integrado por personas ajenas a la empresa.

El comité de empresa, que por medio de un comunicado había manifestado su deseo de moderar la asamblea, debió conformarse con ocupar las gradas existentes tras la mesa, que quedó integrada por representantes de las secciones sindicales de ELA-STV, UGT, ELA-STVa y USO. La presencia en la mesa de un representante de CC OO que no pertenece a la sección que en la fábrica tenía esta central (y que fue en su día expulsada de la misma por la dirección) provocó las protestas del comité de empresa.

Prácticamente se había iniciado la asamblea cuando se produjo el primer incidente, al prohibirse la entrada en el recinto donde se ce lebraba a mujeres de los despedidos. Tras una serie de tiras y aflojas y enfrentamientos verbales, aqué llas pudieron participar en la asamblea e, incluso, una de ellas tomó el micrófono para pronun ciarse a favor de la posición mantenida por el comité de empresa en la negociación.

Básicamente puede decirse que en la asamblea había dos posturas encontradas. Por un lado, la de las centrales sindicales convocantes, partidarias de negociar con Luis Olarra, dejando de un lado al comité de empresa, y la mantenida por este último, con el apoyo del sindicato abertzale LAB, que exigía para sí el protagonismo exclusivo de la negociación con la dirección, aunque reconocía que las centrales podríanjugar un papel de asesoras.

A lo largo de la asamblea se produjeron intervenciones de trabajadores partidarios de mantener el conflicto laboral hasta lograr que ningún trabajador quede sin puesto de trabajo, mientras otros recordaron -entre otras cosas- a la asamblea que el día 20 quedaría suspendida la afiliación de la plantilla a la Seguridad Social y que se habrá perdido ya un tercio del salario anual.

Antes de que se pasara a la votación de las dos alternativas, el comité de empresa forzó a los representantes de las centrales sindicales a matizar la oferta, logrando que se comprometieran a no aceptar despidos como parte de la negociación.

Al final de la asamblea se produjeron algunos incidentes, cuando mujeres de trabajadores despedidos increparon a los representantes de las secciones sindicales en la empresa y a uno de los propios despedidos, que apoya la alternativa ofrecida por aquéllas.

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