El PSOE pide al Gobierno copia de las tres auditorías sobre la clínica Puerta de Hierro

Los resultados de la tercera auditoría practicada sobre la gestión de la clínica Puerta de Hierro, de la Seguridad Social, pueden ser hechos públicos en breve, y su evaluación completa está a punto de ser entregada al ministro de Sanidad, Alberto Oliart. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), según informó ayer, ha solicitado al Gobierno copia de las tres auditorías realizadas y anuncia la próxima presentación de un manifiesto público sobre corrupción. Por otra parte, el director médico de la mencionada clínica prestó ayer declaración ante el Juzgado de Instrucción número 20 de Madrid.

Paralelamente, una nueva filtración informativa permite conocer con detalle las conclusiones de la primera auditoría oficial practicada en dicha clínica, hace más de un año, por interventores de Hacienda, y sobre la que, hasta ahora, se había guardado silencio.Como informaba EL PAÍS ayer, esta auditoría coincide en varios puntos con la segunda auditoría o informe, realizado por los servicios de inspección del Instituto Nacional de la Salud, y cuyos datos levantaron una fuerte polémica al trascender a los medios de comunicación, antes de que las altas esferas del Ministerio tomaran una decisión pública al respecto.

Los resultados de la tercera auditoría, según apuntan fuentes que, próximas a la misma, parecen coincidir, al menos en algunos aspectos, con conclusiones del informe de los inspectores del Insalud, el cual detectaba presuntas irregularidades administrativas en la citada clínica.

En 1979, y durante el tiempo de titularidad de Juan Rovira Tarazona como ministro de Sanidad y Seguridad Social, un equipo de la Intervención del Estado en la Seguridad Social, dirigido por Elvira Rodríguez Herrer, realizó en Puerta de Hierro una auditoría de carácter contable principalmente. Conocido el hecho por el director general del Insalud, José Luis Izaguirre, ordenó, ya en 1980, que los servicios de inspección del Insalud practicasen otro informe de carácter fundamentalmente sanitario.

En octubre, poco después del cambio de titular en este Ministerio, José Luis Izaguirre solicitó al equipo inspector la entrega de resultados en el punto en que, hasta ese momento, se hubiese llegado en dicha inspección.Posteriormente, se produjo el cese de Izaguirre. Al contrario de lo sucedido con los resultados de la primera auditoría, los cuales han permanecido silenciados hasta ahora, el informe de los inspectores del Insalud se filtró a la opinión pública. Las presuntas irregularidades que se detectan, y no sólo en esta clínica, sino a nivel nacional, según otro informe más amplio y genérico, originan una pregunta parlamentaria comunista, una petición socialista para que se trate en el Parlamento esta problemática, y la propia petición del nuevo ministro de Sanidad y Seguridad Social, Alberto Oliart, para que sea una comisión parlamentaria quien abra una investigación, al margen de las diligencias judiciales que ya se instruían en el Juzgado número 20 de Madrid. A continuación, y según explican los altos representantes ministeriales, se produce una fase de reorganización de cargos dentro de la cual se cesa al jefe de los servicios de inspección del Insalud y se ordena una tercera auditoría sobre la clínica Puerta de Hierro, la cual se encarga en esta ocasión a los servicios centrales de inspección del Ministerio.

Se desvela la auditoría de Hacienda

El anuncio de esta tercera auditoría -que ya ha terminado- se presentó como un intento de ahondar más a fondo, al tiempo que se interpretaba en diversos sectores como una descalificación de las anteriores. El hecho cierto es que se inició el 26 de noviembre, dirigida por un subdirector general, Camilo Sueiro, y dependiente de forma directa de José Antonio de Torres Vargas-Zúñiga, director general de Inspección y Personal del Ministerio, y que próximamente podrán conocerse s as conclusiones.La llamada auditoría de Hacienda, sobre la que nunca se dieron datos, pero sobre la que los directores de la clínica Puerta de Hierro señalaron que no había reflejado ninguna irregularidad importante, ha podido ser conocida en los últimos días por EL PAÍS. En su texto se advierten notables coincidencias con el informe realizado meses después por los servicios de inspección del Insalud. Cabe apuntar que en sus conclusiones, firmadas por Elvira Rodríguez en diciembre de 1979, la auditoría de Hacienda señala «defectos observados en el funcionamiento de esta institución debidos al propio centro, en unos casos, y en otros al sistema instituido por el ente gestor». Las conclusiones distinguen entre cuestiones «contables y cuestiones operativas, funcionales o de control», y en todas ellas, «las que son imputables al sistema y las que lo son al propio centro».

Demasiados temas a revisar

La auditoría reitera en diversos puntos asuntos como: la ausencia de contabilización de los honorarios de los facultativos facturados por el centro por asistencia a enfermos privados; el deficiente control sobre cobros, por lo que se aconseja que una persona independiente debería verificar que todos los talones recibidos se ingresan en las cuentas bancarias de la institución; en el arqueo de caja se encontraron partes de caja de días anteriores sin firmar y a lápiz, y falta de evidencia escrita de que se llevaran a cabo arqueos por el administrador; falta de registros administrativos por los que verificar si los servicios a enfermos privados en policlínicas hubieran sido facturados y contabilizados; elevado porcentaje de historias clínicas inlocalizadas, y ausencia de órdenes de tratamiento específico para pacientes supuestamente afiliados a la Seguridad Social; la institución no retiene impuesto alguno al abonar a los facultativos sus honorarios por pacientes privados; ni se aplica el impuesto sobre tráfico de empresas a las facturaciones de los servicios prestados a las mutuas patronales, etcétera.