El conflicto ecuato-peruano

Con profunda sorpresa he leído el editorial de ayer sobre la situación existente en la frontera peruano-ecuatoriana, en el que se hacen afirmaciones absolutamente falsas que no respetan la verdad histórica de los hechos que dieron lugar a la firma, en 1942, del Protocolo de Paz, Amistad y Límites entre Perú y Ecuador.Decir que Ecuador se vio obligado a ceder 240.000 kilómetros de su territorio, luego del conflicto de 1941, es desconocer lo realmente ocurrido, por cuanto Perú jamás en su historia se ha apoderado de un centímetro cuadrado de territorio ecuatoriano. El Protocolo de Río de Janeiro, que en ningún momento fue impuesto por la fuerza a ese país, sino negociado con todas las garantías del caso, lo único que hizo fue consagrar, de manera definitiva y perpetua, los límites ya existentes entre ambos Estados, sin adjudicar a Perú ningún pedazo de suelo que no poseyera, en forma efectiva y legítima, desde que, en 1821, se constituyó como nación independiente y soberana. La validez y vigencia de este tratado está fuera de toda duda. No sólo ha sido suscrito con entera libertad y sin presiones de ninguna clase -como se trata de insinuar en el editorial en referencia-, sino que fue en su oportunidad ratificado por los Congresos de Ecuador y Perú, canjeados los respectivos instrumentos de ratificación y garantizado por los Gobiernos de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos. Desconocerlo, como pretende Ecuador desde hace varios años, es no respetar la palabra libremente empeñada y violar elementales principios de Derecho Internacional sobre los que se apoya la convivencia pacífica de las naciones.

Por lo que respecta a los enfrentamientos habidos estos días en la frontera peruano-ecuatoriana, no es cierto que Perú haya atacado a Ecuador. Todo lo contrario, mi Gobierno lo único que ha hecho, luego de que ese país desoyera su demanda de retirar las tropas que indebidamente se encontraban en territorio innegablemente peruano, fue disponer su desalojo y la defensa de nuestra soberanía violada por efectivos ecuatorianos. Prueba de que la realidad de los hechos es ésta, es que el Gobierno peruano ha invitado a los países garantes para que acrediten obser

Pasa a página 10