El PSOE podría replantearse las medidas antiterroristas

«El Parlamento ha entregado suficientes instrumentos legales al Gobierno como para realizar una lucha antiterrorista verdaderamente eficaz, pero tendríamos que replantearnos todas estas medidas si el Gobierno los pone en manos de personas que siguen utílizando métodos de tortura propios de la etapa anterior». Así se manifestó ayer Javier Solana, miembro de la ejecutiva del PSOE, en relación con las repercusiones que la muerte de José Ignacio Arregui pueda tener en el contexto de la crisis de Gobierno.Si el candidato a la Presidencia planteara la posibilidad de nuevas medidas antiterroristas o de limitación a las libertades durante el debate de investidura, la respuesta del PSOE sería absolutamente negativa: «El Gobierno», afirma Javier Solana, «ha tenido en sus manos instrumentos legales más que suficientes para luchar contra el terrorismo, y creo que los socialistas hemos sido perfectamente responsables en ese tema, tanto en el Parlamento como en los últimos acontecimientos del País Vasco.

«Pero si en lugar de utilizar esos instrumentos eficazmente, éstos son desnaturalizados por su utilización por algunos miembros de la policía como instrumentos de tortura, como hemos visto recientemente, quizá haya que replantearse todas estas medidas. No hay disculpa posible para este comportamiento del Gobierno, que sabía que se estaba torturando, quién lo hacía y cómo lo hacía, y a pesar de ello los ha mantenido en los puestos que ocupaban en el aparato del Estado. Las torturas realizadas por servidores del Estado nos salpican a todos, y, de no tomarse medidas políticas y penales inmediatas, puede poner en cuestión la confianza en el Estado de Derecho».

Por su parte, el también dirigente socialista Enrique Múgica declaró ayer, a su regreso a España -tras visitar el portaviones Kennedy, de la VI Flota norteamericana, por invitación de la embajada de este país- que «el asesinato despiadado de José Arregui, mediante tortura, cometido por funcionarios del Cuerpo Superior de Policía, ha de ser drásticamente castigado. Incurren también en responsabilidad mandos de los cuerpos de seguridad que, sin ser causantes directos del crimen, animan a que hábitos, costumbres e ideas fascistas persistan en algunos de sus miembros».