La Diputación de Cádiz financiará la investigación para hallar tartessos

La Diputación Provincial de Cádiz va a financiar una prospección geofísica en el bosque de La Algaida, cerca de Sanlúcar de Barrameda, con objeto de obtener un perfil de las estructuras que haya en el subsuelo, para saber si se confirman las hipótesis sobre la localización en esta zona de la antigua ciudad de Tartessos, capital de una de las más florecientes civilizaciones de la antigüedad, que se desarrolló en todo el sur de la Península Ibérica, y que hasta la fecha se ha mantebido entre la leyenda y la historia.

Este estudio se realizaría con material electrónico y bajo el patrocinio del Instituto Español de Geología y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.Por su parte, el geógrafo francés Loic Menenteau ha declarado, en el transcurso de una conferencia de Prensa desarrollada en los locales del PSOE, que «no se ha descubierto una ciudad, sino una isla y la configuración del antiguo litoral, que corresponde a la descripción que Estrabón hace de la zona donde estaba Tartessos». Loic Menenteau está realizando desde hace años un estudio sobre la evolución del litoral suratlántico en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores español y la Junta de Andalucía.

La posibilidad de encontrar en La Algaida la ciudad de Tartesos se ve apoyada por la existencia de un santuario que data de los siglos II al VI antes de Cristo, posterior a la desaparición de Tartessos, llamado Lux Dublae, o Luz del Crepúsculo, señalado también por los textos antiguos. Junto al santuario han aparecido gran cantidad de piezas arqueológicas de la época señalada provenientes de todo el mundo conocido, lo que indica la existencia de un gran tráfico marítimo. También se puede apreciar por fotografías aéreas y otras pruebas geomorfológicas la emigración del cauce del Guadalquivir desde la antigua configuración señalada por Menenteau hasta la situación actual. Desde hace años se han realizado excavaciones en antiguos poblados de la zona, situados hoy en el interior, donde se descubrieron muelles, lo que confirma la existencia de una laguna litoral. Estos poblados estarían en la época tartésica en la orilla de esta laguna, el lago Ligustinus. Incluso el perímetro de la isla señalado por los textos antiguos, «cien estadios» (dieciocho kilómetros), coincide con la isla señalada por Menenteau.