Ecología y caza
En la sección deportiva de EL PAIS del pasado día 24 de abril apareció un artículo firmado por Benigno Varilla's, en el que me alude directamente.Quiero expresar mi profundo asombro y repulsa hacia esa especie de espionaje sobre una tertulia privada, que el mencionado artículo refleja. Si fuera cierta la protesta de «diversas entidades científicas y conservacionistas», lo cual pongo en tela de juicio, parece como si quisiera coartar el derecho de libre expresión y aun de opinión de algunos grupos de cazadores y conservacionistas.
Es completamente falso que el Consejo Internacional de la Caza aconsejara al Ministerio de Agricultura español la prohibición de la caza de la avutarda, pues lo que hizo fue recomendar la creación de una reserva nacional de caza en la provincia de Cáceres, dedicada especialmente a esta hermosa ave, en la que «se pudiera asegurar de forma racional la gestión de esa población de avutardas españolas».
Tampoco se ajusta a la realidad que en la reunión a que se refiere el artículo, a la que fuimos convoca dos unos cuantos amigos, invitados por uno de los asistentes, se decidiera formar un grupo de presión para coaccionar a la Administración. En aquella comida, cada cual dijo libremente lo que le pareció, aunque la mayoría se mostrara decididamente convencida de esa «caza con fines proteccionistas», que Benigno Varillas asegura le parece imposible al claustro del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, y cuya eficacia queda tan palpablemente demostrada en muchos lugares, respondiendo precisamente al criterio y experiencias adquiridas por el Consejo Internacional de la Caza.
Existe, a nivel internacional, una verdadera campaña de determina dos sectores enemigos de la caza que pretenden llegar a prohibir su ejercicio. En dos cantones suizos lo consiguieron, con resultados para ellos imprevisibles, y en Italia pidieron un referéndum, que fue abortado por una mayoría consciente, que lo consideró anticonstitucional. Otro procedimiento es ir solicitando la protección integral para un número creciente de especies hasta conseguir abarcarlas todas. En España se prohibió ya hace tiempo la caza del oso y del lince, ayer; la del urogallo; hoy, la de la avutarda. ¿Qué se pedirá mañana? Aunque la mayoría de los cazadores no perseguimos la avutarda, no debe sernos indiferente la prohibición de su caza. Benigno Varillas pone también en boca de otros la extrañeza de que a causa de una veda temporal los cazadores no guarden en sus cotos las avutardas, sin darse cuenta que son los guardas quienes cumplen esta misión, y que en los cotos de las mejores zonas avutarderas se cazaba especialmente esa pieza, dejando de acotarse y de guardarse en el mismo momento en que ya no fue posible hacerlo. El consiguiente furtiveo, así como la recogida de huevos y de pollos de avutarda en primavera contribuyen de esa forma a su rápida desaparición. /
Presidente adjunto del Consejo Internacional de la Caza.
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