Soares, reelegido en un ambiente festivo

La victoria electoral de Mitterrand transformó en una fiesta el final del congreso nacional del Partido Socialista portugués.Una lluvia de almohadas multicolores y una enorme ovación saludó el anuncio oficial de la elección del primer presidente socialista de la V República.

Mario Soares, que anunció el sábado su intención de ser el primer dirigente socialista extranjero en felicitar personalmente a Mitterrand, viajó a París. Soares tampoco resistió a la tentación de capitalizar en su provecho la enorme satisfacción de los socialistas portugueses. Soares recordó ante los congresistas algunos aspectos de lo que considera ser las «lecciones de la victoria de Mitterrand»: la posibilidad de emprender una política de reformas económicas y sociales profundas con el apoyo del electorado más moderado «sin hacer concesiones a los comunistas».

No faltó siquiera la referencia a algunas de las duras críticas que Soares tuvo que soportar a lo largo de tres días por un sector del congreso: Mitterrand también fue acusado, recordó el líder socialista luso, de actuar como el monarca del PS, y ahora todos le festejan como presidente de todos los franceses».

Mario Soares fue reelegido secretario general del PC luso por una amplia mayoría, el 73% de los 151 miembros que integran la Comisión Nacional del Partido Socialista, máxima instancia directiva de la segunda formación del país.

El partido comunista tampoco hizo esperar su comunicado de felicitaciones. Para el PC, la victoria de Mitterrand es una clara expresión del rechazo de la política de Giscard al servicio de los monopolios, una victoria hecha posible por «la convergencia del voto de los demócratas, socialistas y comunistas».

Por parte de la coalición gubernamental, la decepción es evidente, aunque se tienda a minimizar el alcance del acontecimiento.