El Papa concelebró una misa en el hospital
La salud del papa Juan Pablo II sigue mejorando y ayer pudo concelebrar una misa con sus secretarios privados Stanislaw Dziwisz y John Magee en las habitaciones que ocupa el Pontífice en el hospital Gemelli, de la capital italiana.
Por otra parte, y después de ocho días de interrogatorios, el terrorista turco Mehmet Ali Agca, que atentó contra la vida del Papa, fue trasladado ayer desde la Jefatura Superior de Policía romana a la cárcel de Rebibbia, entre grandes medidas de seguridad.
En la prisión, Ali Agca permanecerá incomunicado en una celda, escoltada, día y noche, por un grupo indeterminado de guardias fuertemente armados.
La magistratura italiana teme que el terrorista sea linchado por otros presos o víctima de eventuales cómplices introducidos en la prisión. En relación con los interrogatorios, un funcionario del Ministerio italiano del Interior afirmó rotundamente ayer: «Nos está tomando el pelo», al referirse a las declaraciones de Ali Agca. Además de su propósito de acabar con la vida de Isabel II, en la noche del pasado miércoles el terrorista aseguré que también se proponía matar al premier maltés, Domm Mintoff, y al presidente tunecino, Habib Burguiba.
En sólo una ocasión habló en plural, diciendo: «Ellos me mandaron que los matase», pero la policía no consiguió que especificara quiénes eran ellos.
Asimismo, la policía italiana parece estar convencida de que Ali Agca pertenece a algún servicio secreto, más que a una red terrorista internacional, cuyos propósitos son llevar a cabo una campaña de desestabilización en el continente europeo.
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