Las elecciones presidenciales, bajo el signo de la irregularidad
Las elecciones a presidente de la Federación Española de Baloncesto, cuando tan sólo faltan seis días para que se celebren, se caracterizan inevitablemente por su irregularidad. Hubo polémica días antes de la presentación de candidatos, que culminó con el detalle extraño de que ambos acudieran a presentar su candidatura media hora antes de que se cerrara el plazo, y después la ha habido en torno al número de firmas presentadas por uno y otro. Mientras, inexplicablemente, José Antonio Gasca mantiene que se deben impugnar unas elecciones a las que se presentó, y Ernesto Segura de Luna ha aguantado el chaparrón, incluso hasta el punto de renunciar a alguna de sus firmas.El mismo día que se cerró el plazo para la presentación de las candidaturas, la de Segura de Luna fue avalada con 72 firmas, y la de José Antonio Gasca, con nueve. La junta electoral debía decidir después si todo era válido. Hubo una intentona de que la presentada por Gasca no fuera legal, pero al final se admitió porque se consideró que las nueve firmas reglamentarias eran buenas. De no ser así, no debería haber dado luz verde la junta electoral. Ocurre que la Federación Cántabra figuraba como firmante de la candidatura de Segura de Luna y de la de Gasca. De ser así, dicha Federación debe ser descalificada automáticamente a todos los efectos.
Segura de Luna, dicen que para evitar la anulación de la candidatura de su rival, renunció a esta firma, y es de suponer que a alguna más, pues ahora son sólo setenta. No es esta la forma de arreglar las cosas. Hay que comprobar a quien corresponde verdaderamente esa firma de la Cántabra, porque el hecho es realmente grave, tanto en lo que se refiere a la Federación, como a si alguien, por lo que pudiera pasar, ha falseado esa firma. Habría que preguntar al poder establecido por qué se producen estas cosas y por qué se consienten. Es evidente que falta transparencia, y si las irregularidades no son las suyas, que aclaren de quién son.
El presidente del Comité Nacional de Arbitros, Angel Sancha -aún no se ha demostrado ni desmentido que no sea funcionario de la Española- no se enteró del cursillo que se celebró en Holanda para árbitros internacionales, para que sigan siendo los mismos los que estén en el mundillo de los elegidos. Tampoco a esto se dan explicaciones. Sin embargo, cuando la actual directiva ha conseguido setenta firmas sobre las 94 posibles -recuerdan elecciones de tiempos pasados-, debe ser que a los electores les gusta la gestión.
Hay que convenir -al seguir con el tema arbitral- que es este un estamento que se ha quedado un poco desfasado. Aparecen buenos jugadores de menos y de más de dos metros, se consiguen medallas en casi todas las categorías a nivel internacional y los árbitros se mantienen estancados, con los mismos problemas de siempre, con las mismas estructuras. Naturalmente, su voto estará del lado de Segura de Luna, porque los que votan son los de arriba, y no siempre reflejan el sentir de la mayoría, porque, ya está dicho, el sistema electoral es lamentable.
Díaz-Miguel, frente a Gasca
José Antonio Gasca dio a conocer su plan económico, coherente y en el que se mantiene un criterio de pedir más al que más tiene y ayudar a los menos posibilitados económicamente. De momento y pese a todo, no prosperará. El que más y el que menos se apunta al conservadurismo y prefiere no arriesgar por lo que pueda pasar con su sillón.El seleccionador nacional Antonio Díaz-Miguel se ha apresurado a apuntarse al equipo electoral de Segura de Luna y parece que ha dicho que, si sale Gasca, él no continuará al frente de la selección nacional. Díaz-Miguel está de vacaciones y EL PAIS no pudo comprobar este extremo. Sin embargo, en la noche del viernes el tema no estaba aún desmentido. En este caso, el seleccionador, al que paga la Federación actual, es juez y parte, y lo suyo hubiera sido que no se hubiese pronunciando en ningún sentido. El equipo español debe ser siempre el mismo y mantener el mismo espíritu esté quien esté de presidente.
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