Los exportadores de aceite culpan al Gobierno de la crisis del sector

Las exportaciones de aceite de oliva han descendido en un 61% en esta campaña con respecto a la anterior, según datos suministrados por la Agrupación Española de Exportadores de Aceite. En conferencia de Prensa celebrada ayer, el presidente de la Agrupación, Francisco Sensat, acusó al Gobierno de no haber tomado medidas hasta encontrarse con el hecho consumado.En las conversaciones que -"ante la inhibición del Gobierno"- la Agrupación ha llevado a cabo con las autoridades de la Comisión de las Comunidades Europeas y con funcionarios del Ministerio de Sanidad de la República Federal de Alemania se ha podido constatar, según su presidente, la preocupación y extrañeza mostrada por las autoridades comunitarias por la ausencia de comunicación oficial alguna por parte de la Administración española. Añadió también que "aun que el Gobierno debía de haber actuado antes, aún estamos a tiempo de rectificar".

En los contactos iniciados con autoridades de diversos países europeos, la agrupación ha ofrecido todo tipo de garantías para el control de la pureza de las partidas de aceite de oliva destinadas a la exportación. Los exportadores de aceite de oliva quieren dejar claro que las intoxicaciones producidas en España han sido provocadas por el consumo de un aceite de colza desnaturalizado, importado para usos industriales, y que no hay razón económica alguna para llevar a cabo una adulteración en el aceite de oliva.

No obstante, en un momento de la conferencia de Prensa, Francisco Sensat admitió la posibilidad de que el aceite de oliva haya estado sometido a fraudes en nuestro país, pero en las partidas destinadas a la exportación "es muy difícil, por los múltiples controles, tanto en origen como en destino, a los que están sometidos y la reglamentación estricta (registro especial, análisis previo de las partidas, etc) que rige estas exportaciones. "Tampoco", añadió Sensat, "hemos recibido reclamación o queja alguna sobre el aceite de oliva adquirido".

Por otra parte, los análisis para detectar la presencia de cualquier aceite extraño en un aceite de oliva son extremadamente sencillos: una cartografia gaseosa detecta todas las mezclas.

En el período que va de noviembre de 1980 a septiembre de 1981, las exportaciones de aceite de oliva han dismInuído en un 61,20%, con respecto al mismo período de la campaña anterior, pasando de 123.080 toneladas a tan sólo 47.760. La caída de la exportación no es únicamente achacable al síndrome tóxico, sino que ha influido también la buena cosecha de países como Túnez y Turquía, que compiten con España en la exportación de aceite de oliva. Hasta el momento, Bolivia, Japón, Italia, Suiza y Suecia han decretado restricciones contra el aceite de oliva español.

El peligro más grave está, no obstante, en la psicología del consumidor de esos países que tiende a identificar aceite español con aceite de oliva.