Partidos, sindicatos e Iglesia gestan un frente de oposición al régimen argentino

Partidos políticos y sindicatos argentinos, amalgamados en torno a la Iglesia católica, perfilan la formación de un frente unido de oposición a la Junta militar de Buenos Aires, mientras el país atraviesa, según los observadores, una crisis económico-social sin precedentes.

Tras el relativo éxito de la manifestación de la Confederación General del Trabajo (CGT), que reunió el sábado pasado casi 50.000 personas en una marcha-proce sión hacia la catedral de San Ca yetano, la más importante centra sindical argentina, parece habe encontrado un "terreno de lucha contra el poder", siguiendo un camino trazado por el clero, a juicio de los observadores.Ello se ha hecho a pesar del estado de sitio, que acaba de cumpli el séptimo aniversario desde su implantación, y sin trasgredir las prohibiciones que pesan sobre toda actividad política o sindical desde el golpe militar de marzo de 1976.

Impotencia del Gobierno

Una vez más, en los últimos seis meses, el Gobierno hizo fracasar las iniciativas de la CGT, prohibiendo la huelga general de julio y las manifestaciones de la fiesta peronista del mes de octubre pasado. Pero en esta ocasión, se subraya, el Gobierno militar no ha podido oponerse a la realización de una plegaria "por la paz, el pan y el trabajo"."La situación ha llegado a tal punto que el pueblo ha perdido el miedo a las advertencias del Gobierno y a las amenazas de la policía", dijo el pasado martes un dirigente de la CGT, que comentaba el comunicado en el cual el sindicato "se felicita por el éxito" de la manifestación.

La demostración se desarrolló sin incidentes, a pesar de la advertencia del ministro del Interior, Horacio Liendo, y del espectacular despliegue policial.

"Oponiéndose a la CGT, los militares se enfrentarán con la Iglesia, lo cual resulta impensable en la situación actual", según se estima en medios políticos y diplomáticos de Buenos Aires, para los que la convocatoria, ahora, de una manifestación del mismo tipo "podría llevar a centenares de miles de personas a la calle".

Aval eclesiástico

Nadie duda, según se insiste en los mismos círculos políticos, que el aval de la Iglesia ha sido el elemento determinante: esta institución ha puesto todo su peso sobre el Gobierno, no solamente para hacer progresar la mediación papal en el conflicto limítrofe con Chile en la región del canal del Beagle, en el extremo meridional del continente, sino tanibién ahora en el interior del país, sobre la escena,política, económica y social.En las homilías del pasado domingo, los párrocos argentinos exhortaron al Gobierno a luchar contra el paro, denunciaron "la aparición del hambre", contra el cual se reorganizan ahora las comidas populares gratuitas, y tampoco olvidaron sus ininterrumpidos llamamientos a la vuelta a las instituciones democráticas.

Por otra parte, el presidente argentino, general Roberto Viola, parece repuesto de una dolencia arterial que le ha apartado de su actividad gubernamental en los últimos días.