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Reportaje:

Testimonios: "Se sienten dentro de uno las cosas que pasan en Guatemala"

De cada cien niños que nacen en Guatemala, solamente 35 tienen el privilegio de cumplir quince años. El hambre y las enfermedades derriban por el camino a los otros 65. Pero no es la miseria el único verdugo. Según Amnistía Internacional, en los últimos quince años ha ocurrido en Guatemala un asesinato político cada cinco horas. El terrorismo de Estado suele operar con máscara. El presidente se lava las manos; los asesinos no tienen rostro ni nombre, ni tampoco la mayoría de las víctimas. Cuando no arrojan. a los muertos a las bocas de los volcanes o al fondo de la mar, los muestran desfigurados por la tortura, con la cara quemada y los dedos cortados. Dos por tres aparecen cabezas clavadas en picas, al borde de los caminos. El crimen se convierte entonces en espectáculo público, como en los tiempos de la Inquisición: castigo, escarmiento, advertencia. Casi no hay presos políticos en Guatemala. Llegar vivo a los jueces es privilegio o casualidad.En septiembre del año pasado, Elías Barahona, vocero del Ministerio del Interior, huyó del país y reveló en Panamá numerosos detalles sobre el funcionamiento de este matadero. Contó que el general Lucas García (el presidente, que llamaba a Carter Jimmy Castro) comanda personalmente los escuadrones de la muerte, y que el director de la Policía Nacional, coronel Germán Chupina, guarda la lista de sindicalistas y políticos marcados, para matar. La central de ejecuciones operaba, al menos hasta el año pasado, en el. cuarto piso del edificio anexo al palacio nacional. Barahona dio a conocer también las direcciones de varias cámaras de torturas especialmente habilitadas para conversar con los desaparecidos. Además, contó mucho sobre las carnicerías frecuentes en las zonas rurales.

La maldiciónde los indios

En su mayoría, las víctimas del terrorismo de Estado son campesinos pobres, y en su mayoría, los campesinos pobres son indios. Cuatro siglos y medio después de Pedro de Alvarado, la palabra indio es un insulto en este país de mayoría indígena, y los indios continúan sufriendo la maldición de la riqueza de las tierras que habitan. Fue el níquel quien condenó a muerte a los indios kekchíes, fusilados en la plaza de Panzós hace tres años, y fue el petróleo quien decidió la matanza da los indios quichés en la Embajada española, a principios del año pasado.

Los campesinos que hablan a continuación, indígenas en su mayoría, provienen de una zona explosiva, de amplia implantación guerrillera. Guatemala es un país en guerra, y en esta guerra, guerra del pueblo alzado, los indígenas son protagonistas principales en estos últimos años. Estos testimonios llegan desde una región que abastece de brazos baratos a las grandes plantaciones de la costa: los dueños del poder se están enterando ahora de que esos brazos pertenecen a personas y que esas personas han sabido guardar, lastimada pero viva, a través de los siglos, su antigua memoria de la dignidad, como han sabido guardar sus tradiciones de vida comunitaria y esa identidad con la naturaleza que les obliga a pedir perdón al árbol antes de derribarlo con el hacha.

Algunos testimonios fueron dichos en lengua mam y otros en un castellano elemental y entrecortado, como el que utilizan quienes sirvieron de intérpretes. Eso no les quita brío ni grandeza. Alguno habrá que pregunte: ¿Pero qué hacen estos indios con la lengua de Castilla? Pues, sencillamente: la violan para que fecunde. No es esa su lengua, pero, obligados a usarla, irrumpen en ella desesperados, necesitados de decir, y tropiezan con las palabras, y a las pocas que atrapan las hacen estallar.

Lo clavaron como si fuera Nuestro Señor

Todos están durmiendo o salen escondidos a dormir debajo de la sombra de árboles o lugares escondidos. Así dice, la compañera. Y ahora va a hablar otra compañera en nuestro idioma que tenemos, y yo voy a introducir. Dice: los compañeros de acá huyeron; más bien entre las aldeas o pueblo que está la militar torturaron a un compañero. Era del pueblo de nosotros. Se rodeaban entre gente del pueblo donde están ellos torturando fue crucificado. Lo clavaron como si fuera Nuestro Señor. Murió.

En la zona de Coyá mataron mucha gente con camiones y helicópteros y toda la gente se fue a la montaña, las mujeres y todo. A los diez días fueron a traer otros dos campesinos y echaron gasolina y los quemaron vivos. Y en otra aldea agarraron como treinta muchachos, los amarraron y los metieron en helicópteros. Los llevaron saber adónde. Ellos decían o pensaban, ellos o gente: ya son guerrilleros. Pero esa gente casi no conocía eso que le llamaron guerrilleros, a ellos le echaban la culpa los coroneles que mandaban fusilar pobres campesinos. A uno lo mataron con sus hijos lo matador todos como dieciséis era una familia. Mataron todos los dieciséis que viven en esa casa y después, ahí quedó otra muchacha como de diez años. Nos tratan como que somos animales, por ser uno pobre, y nos matan, nos cuelgan entre árboles, nos queman vivos o nos dan puñalada. No tenemos nada y somos inalfabetos y por eso nos maltratan. Ojalá que recen por nosotros. Hermanos, recen por nosotros los maltratados.

Pusieron los cuerpos como vender carne

Hermanos, les pido favor que recen por nuestro pueblo. Ojalá que nos ayudan para calmar esa matanza de gente que han hecho ese Gobierno. Nosotros sufrimos mucha muerte, hambre, sin vestido. La gente está triste. Nosotros estamos aquí en este lugar de México, si resultamos bien o resultamos mal, así es la vida, no está seguro. Está durita la vida. Días conseguimos, días nos quedamos sin, trabajo. Nosotros estamos aquí sin saber qué es lo que está pasando ahora y tengo familia. Tengo hermanos y no sé cómo estaban ellos, si los mataron. Sólo Dios es el grande sobre nosotros. Los militares ahí en Guatemala, ahí uno que está durmiendo sin saber nada, los llevan, dicen, los matan ante sus familias, ya no respetan. También hay mujeres de diez «o doce años las violaron y se quedan muertas. Eso no es justo lo que hace el Gobierno. Hay gentes en contra de los militares y los hacen pedazos con machetes así como matar un animal, como. hicieron allá en Cobán y también en el pueblo de Jacatenango a dos muchachos que iban a vender una mesa los hicieron pedazos y pusieron ahí la mesa, pusieron los cuerpos como vender carne.

Por esa razón se fueron alzando

Tenemos poca tierra y no hay dónde trabajar todo el año y porque se organizaron la gente es por la razón se alzaron en las montañas porque no hay tierra donde trabajar. Sólo los ricos tienen poseída toda la tierra en las costas y por esa razón la gente se organizaron. Miles de gente han andado en las costas sacando. cien jornales hasta doscientos jornales y ganan poco, unos quedan muy enfermos, otros mueren en las costas. También en la algodonera muchos mueren por la fumigación, echan veneno en las matas de algodón y pues por esa razón se fueron alzando en las montañas.

Pobre la gente. Me he dado mucha cuenta en mi gente los han maltratado. ¿Por qué? Porque la gente así se deja con ellos, pero cuando se levantaron las organizaciones matan a la gente. Siempre en Guatemala hay matanzas, hay amenazas, hay violaciones. Para mí es mucho, es mucho, se siente dentro de uno toda! las cosas que pasan en Guatemala. ¿Por qué? Por los soldados, por los empleados del Gobierno. Se oye en la radio: matan un campesino por hombres desconocidos. Son los mismos soldados. Se ponen ropas así civiles y andan así como si fueran hombres comunes y así hacen a la gente campesina. Pero algún día vamos a triunfar nuestra revolución en Guatemala.

Nosotros salimos de nuestra tierra huyendo del miedo que tenemos por los militares, como en nuestro pueblo llegaron los militares a masacrar en una aldea y de ahí ametrallaron. Llegaron con un helicóptero con bombas y un avión con balas bombardeando gente y toda esa aldea. Casi destruyeron todas las casas, las milpas, casi no quedó nada de las siembras y la gente huyendo del miedo; las mujeres tenían hijos, unas cargaban sus hijos y otras los abrazaban del miedo y salieron de la montaña y ahora salen toda la gente en esa aldea y muchos muertos quedaron en esa aldea y en esa razón nosotros salimos huyendo del miedo.

Salario poco, triste sueldo

Si no salimos nos han matado los militares, por eso salimos con mi papá con un hermano y con una hermana y toda la familia dejamos la casa abandonada. Todas las cosas se quedaron como regalos y por eso estamos viendo la manera como ayudar a nuestros compañeros porque ya es mucho lo que están haciendo. Cada día hay matanza cada día hay muertos en cada zona de toda Guatemala. ¿Por qué? Porque la militar anda así agarrando gente, campesinos que nomás agarran de sorpresa y por eso queremos ayudar más a los compañeros para que así hay un nivel entre ellos y van a ver cómo es el campesino porque allá con nosotros pagan un salario muy poco y bien maltratado nos hacen ellos y porque sólo ellos tienen dinero y por eso los campesinos y compañeros se levantaron en contra de ellos... Estamos bien sufridos. Veces que nos vamos en la costa nos pagan un triste sueldo.

Dejamos todo: frijol, maíz, trigo, papa. Pues nomás lo dejamos y fueron a sacar todo. Siempre estamos con la pena, no trajimos nada, ni ropa. Ellos creen que sólo mi hijo se alzó, pero ya casi todo el pueblo va viendo cómo es el modo de los campesinos entonces se fueron todos los compañeros. Ahora y todos los campesinos.se unieron.

A mí me gustaría alzarme

Eso es lo que está haciendo Lucas con sus militares, con sus soldados. Lucas sí es un asesino. Porque Reagan lo apoya. Han encontrado armas de Estados Unidos, bombas de Estados Unidos. ¿Por qué? Porque es rico, por eso le manda a Lucas. Por eso los soldados están así mandados o comprados por los ricos y ellos lo están haciendo. Por eso tenemos familias alzadas en las montañas y queremos alzar nosotros también. A mí me gustaría alzarme, combatir a esos cobardes, no a los soldados.

A tres muchachos que venían de Comitán se bajaron del autobús y estaban los federales y dijeron que qué llevaban. Los agarraron y dijeron que si no pagaban. Los iban a entregar con el ejército de allá, de Guatemala. Quizá tienen conecte, pues, los ejércitos. Y ellos no traían dinero, no tenían qué dar. Así que les pegaron bien feó y los mandaron para allá, para Guatemala. Esos fueron los federales. Esos y muchos les ha pasado, a varias personas, porque antes sacaban nada más que cien pesos, pero ahora de quinientos a mil, pues, y muchos no tienen nada para dar.Los agarran aquí y los mandan para allá y ya llegando allá dicen los soldados de allá que seguramente es uno guerrillero y anda corriendo y pues así no lo van a dejar a uno vivo. Y las mujeres las ofrecen a los soldados y a otros hombres que querían tener mujer.

Eduardo Galeano es un escritor y periodista uruguayo que vive exiliado en España. Premio Casa de las Américas por el ensayo Las venas abiertas de América Latina,es autor de Días y noches de amor y de guerra.

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