Rudolf Bahro: "Luchamos por una Europa libre de armas nucleares, desde Polonia a Portugal"
Un grupo de militantes del movimiento ecologista alemán intentó el pasado domingo en Bonn hacer llegar un mensaje al dirigente soviético Leónidas Breznev en el que le instaban al desarme nuclear de la URSS. Entre estas personas se encontraba el disidente marxista de la República Democrática Alemana Rudolf Bahro, que tras exilarse en la República Federal de Alemania se integró en las filas del Partido Verde alemán. El autor de La Alternativa es en estos momentos uno de los principales líderes del movimiento alemán por la paz y el desarme. EL PAIS conversó con él horas antes de que se desplazara a Bonn para encabezar la manifestación por el desarme que recibió a Breznev.
VARILLASPregunta. Hasta hace poco tiempo, el movimiento ecologista estaba más bien centrado en la lucha contra las centrales nucleares ¿Por qué, de repente, este interés por el desarme? ¿Obedece a alguna estrategia este cambio en el objetivo principal de las movilizacio nes ecologistas?Respuesta. Los organizadores de este cambio fueron las distintas personas que representan a los países europeos en la OTAN y que a finales de 1979 decidieron la instalación de misiles Pershing II y los Cruise en territorio europeo También fueron una gran ayuda para que este movimiento creciera las declaraciones de algunos dirigentes norteamericanos diciendo que en caso de invasión soviética utilizarían armas nucleares como "disparos de advertencia".
"El apocalipsis es probable"
P. ¿Qué objetivos persigue a corto plazo el movimiento por la paz y el desarme?R. Nosotros estamos aprovechando el miedo que suscita la instalación de armas nucleares estratégicas en territorio, europeo para conseguir hacer realidad la llamada para una Europa libre de armamento bélico, desde Polonia hasta Portugal, iniciativa que lanzó a principios de 1980 la Fundación Russell. Pretendemos que se creen zonas desnuelearizadas. En una primera fase pensamos que eso será más fácil en todos los países escandinavos, donde ya están en marcha grandes debates nacionales sobre este tema. Luego creemos que esto debe conseguirse en los países de la OTAN, que no son potencias nucleares. Nosotros no tenemos misiles nucleares, así que es absurdo que los misiles soviéticos nos estén apuntando porque los norteamericanos quieran instalar armas de este tipo en nuestro territorio.
P. ¿Tanto ha calado en la población alemana la idea de una nueva guerra mundial para que este sea el mayor impulso de la lucha por el desarme?
R. Los ecologistas, que en la República Federal de Alemania somos los que llevamos el peso del movimiento por la paz, siempre hemos partido, y no solo en el tema armamentista, de que el apocalipsis es bastante probable. Y si ahora se colocan unos misiles que tienen la misión específica de dejar el territorio soviético, en cuatro o cinco minutos, en la misma situación que lo dejaron las tropas nazis en cuatro años, es de suponer que los soviéticos tendrán interés en destruir estas armas como medida preventiva. Creemos que se ha colocado el último punto sobre la i del exterminismo atómico. Sin embargo, el miedo que esto inspira en el ciudadano normal, en el movimiento ecologista lo hemos considerado como la gran ocasión para iniciar el cambio.
P. ¿Cree usted que las movilizaciones populares pueden conseguir frenar la carrera armamentista?
R. Cuando logramos reunir a 300.000 personas en Bonn, en una manifestación por la paz y el desarme, el diario británico The Guardian tituló su información con la frase tan utilizada en tiempos históricos no muy lejanos de "Alemania despierta", sólo que esta vez el significado era todo lo contrario de lo que se quería decir en los años treinta. En este siglo, Alemania hizo dos singladuras en solitario, ambas de carácter violento. Creo que los alemanes tienen derecho a una tercera singladura, aunque la tuvieran que hacer de nuevo en solitario. Sería un buen ajuste de cuentas con la historia que los alemanes fueran los detonantes de la paz y el desarme a nivel mundial. Creo que en el fondo, el mismo subconsciente colectivo del pueblo alemán que actuó en otras ocasiones es el que está movilizando a los ciudadanos en el movimiento por la paz.
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