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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Fuster y los científicos

Los científicos estamos más que cansados de que se utilice la investigación española como pasta moldeable al servicio de los intereses particulares de cada autor. Es ahora cuando el señor Fuster (EL PAIS, sábado 23 de enero de 1982, página 7) se acuerda de la investigación, fundamentando su escrito en una manida frase de Unamuno y en cuatro tópicos gastados. Pero en este caso eso no importa, hay que escribir algo, y a falta de alguna idea brillante se echa mano de la investigación española y empieza los golpes bajos en forma de frases amargas: "Ni siquiera se inventó el huevo frito" o disfrazadas de juícios de valor: "Ni queriendo podemos inventar", golpes de todos los calibres en cualquier dirección, sin otro ánimo aparente que rellenar a tiempo unas cuartillas.En opinión del señor Fuster es necesario convencer a nuestros investigadores para que no inventen la pólvora. Me pregunto, ¿se debe contestar a esta frase ingeniosa?, ¿merece la pena?, ¿tiene algún sentido reclamar esta necesidad de reciclado para nuestros investigadores? Realmente no entiendo el origen o finalidad perseguidos.

Los resultados obtenidos por los investigadores españoles los últimos años son, en muchos casos, plenamente satisfactorios, y en otros, realmente importantes. Quizá han carecido de la espectacularidad suficiente para llegar al gran público debido a que la ciencia y tecnología son cada vez más sofisticadas y, por ello, los descubrimientos son de más difícil entendimiento por los no especialistas. La descripción de estos resultados, evidentemente, no encaja en la necesaria brevedad de esta nota. Sin embargo, ¿s público y notorio que la labor realizada por los investigadores españoles está muy por encima de los resultados que cabría esperar con los medios de que disponen. Por su parte, las empresas españolas han realizado un gran esfuerzo en este sentido en los últimos años, con evidentes frutos: los centros oficiales se han reorganizado tratando de mejorar sus resultados a través de una planificación más ajustada de actividades; la Administración está poniendo en juego con eficacia presupuestos sensiblemente superiores a los de años anteriores, al tiempo que prepara un marco legal que promueva esta actividad. No comprendo que, justamente ahora, cuando se está haciendo un gran esfuerzo por parte de todos, aparezcan opiniones decimonónicas como las que ocasionan este escrito./

doctor en Química industrial, investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

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