José Abrahao
lloró de emoción al recibir un Rolls Royce como premio por su trabajo como cicerone del jeque saudí Mohamed Chafic y su séquito de catorce personas durante los carnavales de Río de Janeiro. El silver cloud, modelo valorado en más de diez millones de pesetas, ragalado es "un recuerdo que consideramos ínfimo", señaló el príncipe saudí que calificó al guía turístico como "el hombre de oro de los árabes". Además del coche y otros varios regalos (pulseras, cadenas y anillos de oro) recibidos ya por Abrahao, el jeque, dueño de pozos petrolíferos, prometió en su despedida "enviarle de Londres el símbolo del automóvil (también) en oro macizo".
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