Soares acusa al Gobierno de Pinto Balsemão de llevar a Portugal a un callejón sin salida

Mario Soares acusó ayer, en el Parlamento portugués, al Gobierno de Pinto Balsemão de llevar el país a un callejón sin salida, que favorece los extremismos, compromete la estabilidad democrática y expone, a Portugal al peligro de nuevas aventuras.

Durante más de una hora, Mario Soares no improvisó, como lo hace habitualmente, sino que leyó un documento de 51 páginas, que constituye una densa requisitoria contra la política de Portugal en los dos últimos años. Pasó revista a todos los aspectos: política exterior, política económica (comercial, financiera, monetaria, fiscal), política social (paro, legislación laboral, salud, vivienda, enseñanza), administración, justicia, defensa, para concluir dramáticamente: "Este Gobierno es ciego a las necesidades del país. No sirve a los intereses nacionales. Debe ser sustituido y lo más pronto posible, porque su permanencia en el poder hace de Portugal un país ingobernable para el futuro".Aunque considere que la disolución de un Parlamento donde existe una mayoría clara -que el partido socialista no espera desmoronar con su moción de censura- deba ser "ponderada muy seriamente", Soares cree que el recurso a las elecciones anticipadas no debe excluirse, "dada la vertiginosa degradación de la situación económica, social y política".

Significativamente, Mario Soares habló menos como dirigente de partido que como líder nacional, no entrando en polémica con ninguna otra fuerza política como tal -ni siquiera con el partido comunista, que se limitó a considerar como una "oposición bloqueada, imposible"- y acentuando la necesidad de un salto adelante nacional, sin el cual Portugal podrá llegar a una situación de ruptura.

A la misma hora, y con ocasión de la inauguración del segundo congreso de los escritores portugueses, el presidente Eanes pronunciaba un discurso cuya estructura era bastante paralela a la orientación adoptada por Soares. Llamó a los intelectuales a una reflexión crítica" sobre la experiencia de los últimos años, "marcada por crisis intensas que se prolongan en manifestaciones diferentes, pero no menos inquietantes".