Otra vez la nostalgia
Protestan ciertos críticos por el obsesivo interés de algunos cineastas españoles hacia su pasado, considerando que todo se ha dicho ya sobre la guerra civil o la posguerra. Nada dicen esos mismos críticos por el afán de numerosos jóvenes directores norteamericanos por narrar las circunstancias de sus infancias o adolescencias, que ni siquiera tienen el atractivo de enclavarse en un conflicto colectivo. Suele traducirse en melodramas donde sólo cabe la nostalgía o la seudorreflexión sobre las frustraciones de la edad adulta comparadas con las ilusiones de la juventud.Volver al amor reincide en ese lugar común sin aportarle un punto de vista nuevo ni una consideración mínimamente compleja. Ofrece la imagen de un arquitecto fracasado, mitificador de su juventud, que ha arruinado por ello su matrimonio y su profesión. No le queda más que el recuerdo y un latente mal humor, y a él se dedica ávidamente la película, retratando aquellos supuestos años felices donde lo único que ocurría es que ese futuro arquitecto se enamoraba de una niña rica con la que al final consiguió casarse.
Volver al amor
Productor y director: Steven Paul. Música: Michel Legrand. Intérpretes: Elliott Gould, Susannah York, Stuart Paul, Michelle Pfeiffer, Kaye Ballard. Melodrama. Norteamericana, 1981.Local de estreno: Paz.
Steven Paul, director, productor y hasta intérprete de un pequeño papel, no ha tenido más imaginación que la de acercar continuamente la cámara al pensativo rostro del arquitecto para dar paso a las imágenes del pasado. Quiere esto decir que Elliott Gould y Susannah York disponen de papeles muy breves, que sólo sirven de puente entre dos fragmentos de recuerdos. No hay, pues, un trabajo suficiente para las estrellas de la película, a pesar de que Susannah York ha intervenido también en el guión, pudiéndose reservar así una parte más abundante de la historia. En su lugar, son dos jóvenes y deficientes actores quienes encarnan a los adolescentes; su trabajo es más meritorio por el parecido físico que tienen con los actores adultos que por su propio talento.
Cuando la película concluye, ofreciendo nuevas esperanzas para el futuro, se tiene la impresión de que Volver al amor se ha limitado a cumplir el requisito de la moda nostálgica.
Babelia
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