El beneficio distribuible del Banco Central ascendió a 13.702 millones de pesetas en el pasado año

El beneficio a distribuir por el Banco Central en el ejercicio correspondiente a 1981 ascendió a 13.702 millones de pesetas de los que pagará 2.750 millones de pesetas en impuestos sobre sociedades, según informa una carta remitida a los accionistas por el presidente de la sociedad, Alfonso Escámez.

El avance de la memoria destaca que las reservas aumentaron en 5.300 millones de pesetas, por aplicación del resultado del ejercicio, y 2.760 millones de pesetas, por incorporación a las cuentas de reservas de fondos especiales y otros ajustes producidos en el año. En total, son algo más de 8.000 millones, que se reducen luego en 2.634 millones de pesetas por pase de reservas a capital en la ampliación con cargo a reservas.La mencionada ampliación, anunciada asimismo en la misiva a los accionistas, se llevará a cabo durante este año y consistirá en una entrega de acciones liberadas en la proporción de una acción nueva por cada diez antiguas.

El beneficio a distribuir en el presente ejercicio por el Banco Central se cifra en 13.702 millones de pesetas, con un aumento respecto al obtenido en el año anterior de 2.537 millones de pesetas. La retribución de beneficio ha pasado de 58,89 pesetas en 1978 a cien pesetas en 1981.

El presidente del Banco Central señala que esta entidad se mantiene en las tasas más bajas del mercado en cuanto al costo del dinero que facilita a la inversión empresarial. En este sentido dice que "entendemos que la banca ha de estar perfectamente entroncada con la situación de las empresas y, por ello, la función escueta de intermediación financiera no debe predominar en una forma, tan fría que nos haga olvidar la situación real en que se encuentran los usuarios de nuestros servicios". A pesar de lo cual, el banco ha mantenido un alto nivel de liquidez.

Para Alfonso Escámez, mientras continúe existiendo una capacidad productiva sin utilizar, se debilitarán los estímulos para la inversión y se bloquearán todas las inciativas que podrían luchar contra el paro. En este sentido, la exportación debería ser un paliativo importante para el empresariado, que, por su parte, debe contar con los apoyos necesarios para su presencia y gestión en los países receptores, y disponer de la adecuada cobertura financiera.

El escrito de Alfonso Escámez se completa con una relación de la expansión de la actividad del banco, tanto en España como en el extranjero. En este último apartado se destacan las autorizaciones para operar en Canadá y Panamá, las aperturas de sucursales en Santiago de Chile y Sao Paulo, y la adquisición del paquete mayoritario de las acciones del Banco de Asunción, de Paraguay.

Al destacar Alfonso Escámez la expasión internacional experimentada por el Banco Central y su voluntad de consolidar una presencia efectiva tanto en América como en Africa, señaló que "desafortunadamente, los intereses españoles suelen quedar prácticamente marginados, por falta de contactos o de relaciones adecuadas". La exportación debe ser, en opinión de Escámez, un paliativo importante en las soluciones de los graves problemas que es preciso superar. La junta general de accionistas de la entidad se celebrará el próximo día 5 de junio próximo, donde se someterá a aprobación la fijación definitiva de un dividendo del 20% sobre el valor nominal de las acciones.