El obispo de Estrasburgo niega alojamiento al congreso de homosexuales

Por "razones de ética", el obispado de Estrasburgo se opone a que tenga lugar la celebración del congreso europeo de homosexuales, que debía celebrarse durante este fin de semana pascual en la capital alsaciana. Ciento cincuenta representantes de 16 países europeos de la International Gay Association (IGA) se encuentran en la capital europea sin lugar donde reunirse y sin alojamiento, que les ha sido negado por el obispo.La reunión europea de Estrasburgo debía preparar el congreso mundial de la IGA, que se celebrará en Washington el próximo mes de julio. Los debates y reflexiones a lo largo de este fin de semana de Pascua se han establecido como sigue: homosexualidad y medios de comunicación, coordinación de las acciones de los diversos grupos nacionales, pedofilia, guarderías para hijos de homosexuales y situación de los homosexuales en Francia desde que el pasado mes de mayo accedió al poder el presidente francés Mitterrand.

Los homosexuales escogieron la ciudad de Estrasburgo como escenario de su congreso teniendo en cuenta que el Consejo de Europa, con sede en esta ciudad, el último mes de octubre aprobó una resolución en la que recomendaba a los 21 Estados miembros la supresión de todas las leyes segregacionistas respecto a los homosexuales.

Hace dos meses, los organizadores del congreso firmaron un contrato con el Hogaf de Jóvenes Cristianos para alojarse y celebrar sus reuniones en este centro. El director, días pasados, informó del asunto al obispo de Estrasburgo, León Arthur Elchinger, conocido por su intransigencia en lo tocante a los principios morales y además propietario de la finca en la que se encuentra el hogar. Inmediatamente, monseñor Elchinger ordenó que se anulara el contrato de alquiler con los homosexuales, que se encuentran en la calle.

Otros medios diplomáticos de la ciudad también se manifestaron reticentes ante el congreso en cuestión desde que los organizadores hicieron saber que iban a realizar un acto simbólico en el barrio homosexual de Estrasburgo, en el que hace tres años fue maltratado por dos golfos el ministro austriaco de Exteriores, Willibald Pahr. Los congresistas buscan otro alojamiento y anuncian "represalias", que consistirían en la celebración de un picnic salvaje en los jardines del obispado y una manifestación en la catedral durante la misa de Pascua.