Uno de los procesados en el sumario de la colza ha logrado fugarse

Viene de la primera páginaAdemás, Lípidos Ibéricos parece ser el principal importador clandestino de aceite de colza comestible, a través del puerto de Barcelona. Una partida de un millón de kilos pudo ser localizada (véase EL PAIS del 11 de octubre de 1981), pero existen fuertes sospechas de que el tráfico tenía mayores dimensiones.

La partida cuya existencia denunció este periódico fue embarcada en el mercante Toltek, en el puerto de Rotterdam (Países Bajos), como aceite de colza comestible.

Siete días más tarde, el 19 de mayo de 1981, el mismo aceite era descargada en el puerto de Barcelona como acid oil (aceite ácido), supuestamente destinado a usos industriales. Con ello se conseguía burlar las estrictas limitaciones existentes para la importación de aceite comestible y abonar unos aranceles muy inferiores.

Lípidos Ibéricos había desarrollado en los seis primeros meses del pasado año una febril actividad importadora de aceites y grasas. Un cálculo aproximado a la baja, estima en más de quince millones de kilos la cantidad de aceite despachado para esta firma en el puerto de Barcelona durante el período citado.

Las licencias presentadas en aduanas correspondían a sebo industrial, aceite ácido, aceite de palma, de nuez, de linaza, de pata de buey y de ricino. Con una de estas licencias introdujo fraudulentamente la empresa de Ignacio Baixeras y Miguel Par Balcells el aceite de coiza comestible, operación que bien pudo no ser la única.

Como consecuencia del descubrimiento de las implicaciones de Lípidos Ibéricos en el tráfico ilegal de aceites, la empresa se declaró insolvente. A mediados de septiembre se pudo saber que presentaba en sus balances deudas por más de mil millones de pesetas. Entre los principales acreedores se encuentran el Banco de Bilbao, con 91 millones; Sociedad Mediterranea, también con 91; Caja de Ahorros de Manlleu, con 90; Manuel Franco Pellicer, con 89; Hiios de Canuto Vila, con 80; Banco Central, con 69; Banco de Vizcaya, con 65; Banco Hispano Americano, con 57; Banco de Sabadell, con 50 millones, y otras firmas y particulares, a los que se adeudan cantidades menores.

Por otra parte, importantes firmas de alimentación adquirieron grasas animales a Lípidos Ibéricos, según declaró Miguel Par Balcells ante el juez que instruye el sumario del envenenamiento por aceite de colza. Concretamente, Par Balcells se refirió a Starlux, Matutano y Pat-Frits, que compraron mezclas de aceites vegetales. También citó como cliente a la firma Solís.

Fuentes relacionadas con la investigación del tráfico de aceite manifestaron ayer su preocupación, ante la posibilidad de que también Salvador Alamar, titular de Sociedad Mediterránea, receptora de parte del aceite de Lípidos Ibéricos, hubiera decidido abandonar España para no prestar declaración. Fuentes oficiales aseguraron que ya ha regresado, después de un viaje a Estados Unidos.