Puntualización de Meilán Gil

En el diario del domingo 9 de mayo, en la página 29, y a cuatro columnas, se publicó una información en la que se me alude, que contiene interpretaciones gratuitas y afirmaciones que no son verdaderas. Por ello, acogiéndome a la honestidad informativa de EL PAIS, le encarezco la reproducción de estas líneas, que se limitan a la exposición de hechos de acuerdo con un criterio cronológico:1. Por Orden Ministerial de 24 de julio de 1978 se convoca a concurso-oposición la plaza de profesor agregado de Derecho Administrativo de la Universidad de Santiago. Las oposiciones tuvieron lugar en el verano de 1979.

2. Más de un año después, en diciembre de 1980, el ya profesor agregado de Derecho Administrativo, señor Carro, discípulo del profesor Gaircía de Enterría, solicitó la creación de una segunda cátedra de Derecho Administrativo en la Universidad de Santiago, con la finalidad -entre otras- de contar con una posibilidad de ser catedrático en su tierra. La junta de facultad acuerda hacer la petición al ministro correspondiente.

3. Ante la eventualidad de que se confirmase aquella aspiración y se operase la consiguiente amortización de la plaza de agregado, en aplicación de la normativa vigente, la junta de facultad, previa propuesta, acordó solicitar la creación de una plaza de profesor agregado de Derecho Administrativo Gallego, teniendo en cuenta la creciente importancia del régimen jurídico de las autonomías y su incidencia en la comunidad autónoma gallega. El acuerdo. es de 16 de diciembre de 1980, cuando, es obvio, no era ministro el titular actual.

4. La publicación de los correspondientes concurso-oposición y concurso previo de traslado de ambas plazas de catedrático y de agregado apareció en el Boletín Oficial del Estado de los días 19 y 20 de abril de 1982.

5. El profesor González Mariñas, profesor adjunto de la facultad de Derecho de Santiago, obtuvo esa condición con el número 1, en un concurso-oposición que fue presidido por el profesor Nieto García, discípulo del Profesor García de Enterría y hoy presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Estos son los hechos comprobables y documentados. No sé nada de anónimos, de venganzas y castigos, ni tampoco de que exista un formalizado Grupo Enterría. Acerca de las apreciaciones que el profesor Fernández Rodríguez vierte en un escritojuzgando contrario a derecho tal convocatoria, no opino hasta conocer sus razonamientos. Pero ahora mismo, como gallego y universitario, rechazo enérgicamente él calificativo de mote que se atribuye a la denominación Especial Gallego, por considerarlo ofensivo para la colectividad gallega a que pertenezco.

Las propuestas fueron hechas por un órgano colegiado, la facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela, que no tiene una significación política. Por tanto, no me parece pertinente aludir a adscripciones políticas, aunque el haber encabezado una lista que obtuvo más de 400.000 votos en las elecciones de 1977 y 1979 constituye un aval democrático del que me siento orgulloso./