La actriz Romy Schneider murió en París de un fallo cardíaco, según el médico forense
La actriz austríaca nacionalizada en Francia Romy Schneider apareció muerta en la mañana de ayer en el domicilio del productor Laurent Petin. Aunque los primeros exámenes médico-forenses señalaron como causa de su muerte un paro cardíaco, en ambientes artísticos cercanos a la actriz se da como probable que la protagonista, entre otras películas, de Sissi, El proceso y Lo importante es amar, se quitara voluntariamente la vida debido al trauma que sobrellevaba desde la trágica muerte de su hijo David acaecida el año pasado. Romy Schneider, que actuó en sesenta películas, tenía 43 años.
El médico forense certificó que la muerte de Romy Schneider se debía a causas naturales, concretamente a un paro cardíaco, por lo que no habrá autopsia para determinar si la actriz había fallecido por una sobredosis de barbitúricos, tesis que fue mantenida al principio incluso por la policía. Pero la policía no encontró ninguna prueba suficiente que pudiera confirmar el suicidio. Hacia las 7,30 de la mañana de ayer un amigo de la actriz que pasó la noche en la misma casa descubrió el cuerpo inerte de Romy Schneider. Avisó a los servicios médicos pero éstos no pudieron hacer nada.
"Mi hijo, mi hijo. No puedo más", esta frase que no hace mucho tiempo le oyeron en Roma algunos de sus amigos españoles, resume, según éstos, el peso de su sufrimiento. "Romy se sentía culpable de la trágica muerte de su hijo David, de 14 años, que quedó atravesado en la verja del jardín de su casa de París precisamente cuando acudía a ver a su madre". Esta y la muerte de su primer marido, Harry Meyen, que se suicidó en 1979, habían llegado a constituir una obsesión para la actriz, que deja una niña de cuatro años.
La muerte de Romy Schneider, una de las, actrices más importantes y sólidas del cine europeo, ha conmocionado a los medios cinematográficos y artísticos de Austria, su país natal; de Francia, donde la llamaban la niña mimada del cine francés y de la República Federal de Alemania.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.