Ruiz-Giménez será elegido hoy defensor del pueblo por más de 210 votos, si no se producen ausencias

La presencia o ausencia de diputados durante la votación que se celebrará esta tarde en el Pleno del Congreso de los Diputados será decisiva para la elección o no de Joaquín Ruiz-Giménez como defensor del pueblo, que requiere la votación favorable de las tres quintas partes de la Cámara, es decir, 208 votos. Las últimas gestiones realizadas por los partidarios de la candidatura de Ruiz-Giménez entre los diferentes grupos parlamentarios aseguran más de 210 votos, procedentes de la izquierda y las minorías nacionalistas, así como de los centristas pertenecientes a los sectores democristiano, liberal y suarista.

El temor de que las ausencias pudieran decidir negativamente la votación ha impulsado a las direcciones de los grupos, en particular los socialistas, a requerir de sus diputados, con todo rigor, la asistencia a la sesión plenaria. Por otra parte, el socialista Gregorio Peces-Barba, uno de los diputados que más dedicación ha puesto tanto en la elaboración de la ley orgánica del Defensor del Pueblo como en las gestiones políticas para la elección de Ruiz-Giménez, expresó ayer a EL PAIS su esperanza en que Ias personas responsables cooperarán a la culminación de otro aspecto de la institucionalización del nuevo Estado democrático".

El único grupo que se opone frontalmente a la elección de Joaquín Ruiz-Giménez es Coalición Democrática (CD), aunque es muy probable que uno de sus diputados, José María de Areilza, vote favorablemente. En cambio, Antonio de Senillosa contestó negativamente a los requerimientos socialistas que se le hicieron y mantendrá en este caso la disciplina de CD. Según observadores cualificados, la actitud de este grupo es consecuencia de los planteamientos personales de los tránsfugas Miguel Herrero y Ricardo de la Cierva, ya que el propio Manuel Fraga, que colaboró activamente en la elaboración del precepto constitucional sobre el Defensor del Pueblo y la ley que regula esta institución, ha mantenido actitudes más moderadas sobre la elección de Ruiz-Giménez, con quien mantiene buenas relaciones personales.

El recuento de votos

Las expectativas de voto, según los sondeos realizados por este periódico, contabilizan un total de 210 diputados, que se desglosan así: 117 socialistas, veinte comunistas, diez del Partido de Acción Democrática (PAD), ocho de la Minoría Catalana, siete del Partido Nacionalista Vasco, el de José María de Areilza (CD) y siete de los diputados del Grupo Mixto: Ramón Tamames, Pilar Brabo, Juan María Bandrés, Andrés Fer

nández, Josep Pi Suñer, Modesto Fraile y Carlos Gila, unidos a un mínimo de cuarenta diputados centristas. A estos votos habría que añadir -siempre a salvo de las ausencias que puedan producirse- los de los siete andalucistas, si resuelven en favor de Ruiz-Giménez las dudas inicialmente planteadas, y los que todavía puedan lograrse del grupo centrista, del mixto e incluso de CD.Dentro de Unión de Centro Democrático (UCD), la mayor oposición a la candidatura de Ruiz-Giménez procede del sector martinvillista, una de cuyas ramas o facción controla el ministro del Interior, Juan José Rosón. En conversación informal con este periódico, un representante destacado de estos sectores razonó irónicamente el rechazo de Ruiz-Giménez con estas palabras: "En la situación actual del país lo único que hace falta es un defensor del pueblo que meta las narices en las comisarías y plantee más conflictos, por si son pocos los que existen".

En caso de obtenerse los votos requeridos en el Pleno del Congreso de esta tarde, se remitirá el resultado inmediatamente al Senado, en donde mañana mismo podría producirse la elección de Joaquín Ruiz-Giménez, para la que se requiere también tres quintos de la Cámara. El gran número de senadores centristas de los sectores democristiano y liberal permitiría, según cálculos parlamentarios solventes, una votación más holgada. Para la elección en la Cámara alta existe un plazo máximo de veinte días, pero es propósito del presidente del Congreso, manifestado a este periódico, acelerar al máximo la elección antes de que finalice el período de sesiones.

Una vez designado, el defensor del pueblo por ambas cámaras, se reunirán de nuevo en sesión conjunta las comisiones del Congreso y del Senado encargadas de relacionarse con esta institución, y procederán a otorgar la conformidad previa al nombramiento de los adjuntos que proponga el defensor del pueblo. En caso de que prospere la candidatura de Ruiz-Giménez, es seguro que uno de los dos adjuntos que propondrá será el de Alvaro Gil-Robles, actualmente letrado del Tribunal Constitucional y principal redactor de la proposición de ley presentada por los socialistas para regular el Defensor del Pueblo. El otro adjunto será negociado por el propio Ruiz-Giménez con UCD.