El ente estatal de la industria italiana rechaza la 'escala salarial móvil'

Ayer, a las doce de la mañana, el Intersind, que abarca toda la gama de industrias estatales, comunicó, con una carta, a los sindicatos su decisión de revocar el mecanismo de la famosa scala mobile (escala móvil), que cada tres meses ajusta el sueldo de los trabajadores automáticamente, según el aumento de una canasta de productos determinados. Lo había hecho ya la Confindustria, y contra ella, los tres gremios sindicales, CISL, CGIL, UIL. Unitariamente, habían organizado los días pasados una imponente huelga nacional de ocho horas, congregando en Roma a casi medio millón de trabajadores.Con esa ocasión, los líderes sindicales Carniti, democristiano; Lama, comunista, y Benvenuto, socialista, habían pedido a la industria de Estado, Intersind, que diera ejemplo y que, por lo menos, ella no revocara la scala mobile, caballo de batalla en los meses pasados de todo el sindicato.

Dimite el presidente del Intersind

En apoyo de los sindicatos había salido el mismo Gobierno, hasta el punto que el presidente del mismo, Giovanni Spadolini, había enviado al presidente del Intersind, Ettore Massacesi, una carta pidiéndole, en nombre de su Gabinete, que no tomaran la grave decisión de la Confindustria. Pero ayer la respuesta fue la carta del Intersind, a la que siguió la dimisión del presidente Massacesi, que había hecho en vano todo lo posible en las últimas semanas para escuchar a los sindicatos y al Gobierno. Massacesi es también presidente de Alfa Romeo, la firma automovilística estatal, que lleva desde hace veinte años trabajando en el grupo IRI.La decisión del Consejo de Administración de Intersind, al que pertenecen diecisiete dirigentes, fue tomada por unanimidad, lo cual agrava aún más la situación.

Ayer, a la hora de despachar esta crónica, se estaban celebrando reuniones frenéticas de Gobierno, Intersind y sindicatos. Estos últimos han sido durísimos con la industria de Estado. Los metalúrgicos decidieron inmediatamente dos horas de huelga, y han anunciado otras en cadena si Intersind mantiene su decisión, que ha sido calificada de provocación grave.

El sindicato había pedido que no se tomara ninguna decisión sobre cl agudo problema de la scala mobile antes de que se aprobaran los nuevos contratos de la industria, que llevan parados seis meses. A continuación, el sindicato estaría dispuesto a entablar negociaciones con Confindustria e Intersind para replantear todo el problema de coste del trabajo, que en las circunstancias actuales, según las empresas, tanto públicas como privadas, se hace insostenible. Pero los sindicatos quieren que se haga con la participación de todos los trabajadores y, sobre todo, con la certeza en la mano de que los sacrificios, que probablemente serán inevitables, sirvan para aumentar la producción y los puestos de trabajo y no para salvar empresas decadentes o parasitarias, o incluso para cosas peores. Sobre todo en estos momentos, en el que el escándalo del Banco Ambrosiano, con todas sus derivaciones, ha hecho evidente ante la opinión pública dónde va a parar tantas veces el fruto de los sacrificios de tantos trabajadores.