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El ejército argentino hace públicas las bajas sufridas durante la guerra de las Malvinas

El presidente de la República Argentina, general Reynaldo Bignone, que tomó ayer juramento a los ministros de su Gobierno, dijo en su primera alocución a la nación que asume el poder con la misión concreta y clara de institucionalizar al país en marzo de 1984. Por su parte, el Ejército de Tierra ha hecho públicas las bajas sufridas en las Malvinas, que se desglosan en 156 muertos, 105 desaparecidos y 863 heridos.

El Ejército precisé que del total de 9.804 soldados enviados a las islas ya han regresado 8.103, y añade que en el archipiélago quedan aún prisioneros de los británicos 335 oficiales. La cifra de muertos, sumada a los 87 anunciados días pasados por la Fuerza Aérea, coloca el total de víctimas reconocido hasta ahora por estos dos ejércitos en 243.Por primera vez, un general argentino, que, al menos para sus apariciones públicas, ha cambiado su vestimenta milita por la civil, se expresó en términos que han sido calificados por algunos políticos de "humildes" y, en todo caso, desprovistos del autoritarismo triunfal de los presidentes anteriores que juraron desde 1976.

Bignone reiteró en su alocución a la nación que no busca el aval de nadie, pero sí que necesita ayuda. Su afirmación se explica si se tiene en cuenta que asume el poder con la exclusiva garantía del comandante en jefe del Ejército, general Cristino Nicolaides, o, para ser más precisos, con el exclusivo apoyo del consejo de generales del Ejército de Tierra.

Después de ratificar que la prohibición de los partidos políticos quedaba levantada desde el mismo día 1 de julio, Bignone añadió que el Ministerio del Interior procederá ahora a la revisión de toda la legislación que sea necesario actualizar para sancionar con leyes esta decisión.

Tomándole la palabra, algunos partidos políticos ya han comenzado a actuar públicamente. La Unión Cívica Radical colocó de nuevo en sus sedes los anuncios luminosos del partido. También se ha reunido el consejo nacional del Partido Justicialista (peronista), el cual expresa en una declaración que "ponemos sin condiciones nuestro esfuerzo al servicio de la institucionalición, reconstrucción y pacificación de la República".

Los peronistas, como otros partidos políticos, afirman, no obstante, que "exigimos que se establezcan todas las responsabilidades por este trágico desenlace (de la guerra), que insulta, entristece e indigna a la familia argentina". A esto, sin embargo, no parece estar muy dispuesto el Ejército. El propio general Bignone se refirió en su discurso a que no era el momento de tirar piedras al corral ajeno, sino de que cada cual analice y recapacite sobre su parte de culpa por la situación presente.

El general Bignone reconoció que una reforma monetaria y financiera es imprescindible para que todo el sistema esté al servicio de la recuperación de los sectores productivos y del empleo. Es probablemente en este dominio económico en donde el presidente parece despertar menos credibilidad.

El nombramiento de Dagninho Pastore como titular de Economía y de otros de sus allegados para importantes cargos de la dirección económica sigue suscitando el escepticismo y la oposición de numerosos sectores, en particular los industriales, que consideran al nuevo ministro demasiado comprometido con la economía liberal. Doctrina parecida, y en todo caso continuadora, de la del ex ministro Martínez de Hoz, culpado por todos de la crisis sin precedentes que vive Argentina.

El general Bignone, en una breve conversación con los periodistas, dijo ayer que "no es el momento de realizar grandes cambios" y que se trata, en el plazo fijo y máximo de su mandato, hasta 1984, "de imponer el máximo de estabilidad". El presidente rehusó también precisar cuándo piensa dialogar con los sindicatos, la principal fuerza política que reclama su presencia en el proceso.

Preguntado por la posibilidad de que su Gobierno decretase una amnistía general en aras de la reconciliación nacional que todos solicitan, el general Bignone dijo: "No me gusta aventurar juicios. Cuando lo tenga pensado y resuelto daré una opinión categórica. Mientras tanto creo imprudente abrir un tema que aún no ha recibido el estudio necesario".

Con respecto a la otra cuestión que angustia a la opinión pública argentina -los muertos y desaparecidos en la represión en estos últimos años y las exigencias formuladas desde todos los sectores civiles de que se publiquen las listas pertinentes-, Bignone dijo que "me remito a lo que ha manifestado el Ministerio del Interior, aunque éste es uno de los problemas que tengo que enjuiciar".

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