Niños en Iberia
El lunes 26 de julio, mi hija Ana, de siete años, se trasladó de Madrid a Vigo en el vuelo Iberia-Aviaco de las 20.50 horas.Mi experiencia anterior de enviar una niña sola de similar edad fue satisfactoria. Por el contrario, ayer, lunes, los responsables del vuelo hicieron gala de una profunda irresponsabilidad:
1. En Barajas no aparecieron los chaquetas rojas por ningún lado.
2. A la niña no le dieron ningún distintivo visible que indicase que viajaba sola.
3. La niña fue conducida hasta el autobús que hace el servicio terminal / avión por el empleado que recoge los billetes. En el autobús fue dejada entre los demás pasajeros sin nadie a su cuidado.
4. En el avión, la azafata, que tenía que saber que una niña viajaba sola, no la buscó. Una amable y, para mí, anónima señora, a la que doy las gracias, al verla sola, la colocó en un asiento vecino al suyo.
5. En Peinador (Vigo), la niña salió del avión acompañada por la señora citada y ella sola buscó a los familiares que la esperaban. Ningún empleado de la compañía exigió la identificación de quienes la recogieron.
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