'Los Blandings ya tienen casa'
En 1948 surgió esta comedia en la que ya se hablaba de los problemas que tenía la clase media para encontrar un hogar ideal. Naturalmente, en Hollywood; tuvieron que pasar algunos años para que el cine español reflejara idéntico drama y ni aún así logró que éste pasara íntegramente en las pantallas españolas: El inquilino (1957), de José Antonio Nieves Conde sufrió tales presiones por parte de la censura que hubo que cambiar. el final hasta convertir la película en lo contrario de lo que quería decir. Es decir, más o menos, lo que Hollywood quiso explicar en Los Blandings ya tienen casa.
En esta película se proponía la idea de que con buen humor y con mucha fe todos los problemas cotidianos se arreglaban al final, dado que el sistema de vida en que la familia se incrustraba era tan perfecto como para no dejar resquicio a la frustración. La realidad era bien distinta tanto en los Estados Unidos como en España, aunque en nuestro país tuviera connotaciones que se acercaban a la tragedia: la verdad es que el problema de la vivienda angustiaba a cuantos creían que había llegado la hora de interpretar lo que la publicidad les otorgaba.
La película que protagonizan Cary Grant y Mirna Loy no es más que la síntesis, apresurada y falsa, de lo que en la vida real se vivía en términos angustiosos: la falta de un hogar mínimamente confortable.
Es lógico que la película que Hollywood lanzaba al mundo como reflejo de ese problema se planteara en términos que nada tenían que ver con la auténtica verdad pero que podían hacer pensar a quienes vieron Los Blandings ya tienen casa en su época que ésta les hablaba de su problema cotidiano.
Lo cierto es, sin embargo, que los nuevos matrimonios no tenían un hogar en el que vivir ni los que querían cambiarse de casa podían hacerlo con una elemental comodidad. Más o menos, como hoy. La permanencia del problema no significa que a finales de los años 40 la industria del cine norteamericano hubiera creado una obra con capacidad para responder a las preguntas Actuales; tampoco lo hizo, por su puesto, a las de entonces. Se trataba de entretener, y eso lo logró, gracias, entre otras cosas, a la excelente interpretación de los actores protagonistas y a la eficaz dirección de H. C. Potter, mecánico artesano que cumplió siempre lo que le mandaban quienes firmaban su nómina.
Los Blandings ya tienen casa se emite hoy lunes a las 21,45 por la segunda cadena.
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