Henry Fonda,
el célebre actor norteamericano recientemente fallecido, ha legado toda su fortuna a su esposa Shirlee y a su hija adoptiva Amy Fonda sus famosos hijos, Jane y Peter no recibirán un centavo. En el testamento, redactado en enero de 1981, Henry Fonda explicaba la exclusión de sas hijos mayores "por que ambos, en mi opinión, son económicamente independientes y esta decisión no es de ninguna manera el reflejo de mis sentimientos por ellos". Durante varios años, la relación entre Fonda y sus dos vástagos se mantuvo tensa,y distante, pero desde que empezaron a manifestarse los síntomas de su grave enfermedad cardíaca se restableció la armonía familiar.En su testamento, de una extensión de tres páginas y un apéndice de dos páginas más, se establece un legado de 200.000 dólares (alrededor de veintidós millones de pesetas) para Amy Fonda y el resto de la fortuna pasa a su viuda, Shirlee, ex-azafata de vuelo que, en 1965, se convirtió en su quinta esposa.
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