Las pequeñas escuderías entran en crisis por las reformas federativas
Las pequeñas escuderías que toman que en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 atraviesan una profunda crisis a causa de las reformas técnicas impuestas por la Federación Internacional, que en en vigor la próxima temporada. Para estas escuderías, las inversiones a que se verán forzadas a realizar por el cambio en la reglamentación pueden suponer su supervivencia. Mientras Ensign y Theodore se unirán en un único nuevo equipo para lograr mantenerse, otros, como el de Fittipaldi, March o ATS, podrían desaparecer antes de que comience la próxima temporada.
Los equipos que representan agrandes constructores, como Renault o Ferrari -Alfa Romeo es un caso diferente-, no tendrán graves problemas para costear las inversiones forzadas por las reformas. Sus presupuestos anuales, superiores a mil millones de pesetas, son capaces de asumir este tipo de inversiones inesperadas.Otros equipos grandes y fuertes, aunque no dependientes de una fábrica de coches de gran serie, como Williams, Brabham, Lotus o McLaren, también podrán afrontar los costos suplementarios. Sus éxitos deportivos les permiten conseguir patrocinadores importantes, que costean cada año el grueso de los gastos de los respectivos equipos. Tanto los árabes, patrocinadores de la escudería Williams, como la firma de productos lácteos, que apoya al equipo de Bernie Ecclestone; como el tabaco de los otros, tienen reservas suficientes para incrementar algo más sus ya de por sí elevados presupuestos. Máxime, teniendo en cuenta que, en todos esos casos, las inversiones son rentables.
Quedan después una serie de equipos que, pese a sus éxitos, no consiguen patrocinadores fuertes. La falta de apoyo económico les impide evolucionar sus coches, por lo, que sus posibilidades de mantenerse entre los equipos fuertes es cada vez más difícil. Casos como el de la escudería Tyrrell. son verdaderamente plausibles. Casi sin dinero, con la fortuna personal del director-propietario -Ken Tyrrell- embargada para poder seguir adelante, basadas casi únicamente en los esfuerzos personales de técnicos, mecánicos y pilotos, mantienen un elevado nivel de competitividad en espera de que llegue algún día el ansiado dinero de un patrocinador.
Importante revés
Para estos equipos, las nuevas reformas impuestas por la Federación Internacional les supondrán un importante revés, que podría hacerles perder la posibiliad de seguir entre los mejores para caer en el grupo de las escuderías más débiles.Son precisamente las escuderías débiles las que permiten aumentar el grupo de coches-participantes, con la consiguiente mejora en el espectáculo. Sirven, asimismo, para que los jóvenes pilotos, que no tienen posibilidades de fichar de entrada por uno de los equipos grandes, puedan foguearse, darse a conocer y, si las tienen , demostrar sus cualidades y conseguir después fichar por uno de los grandes.
Pero, para estas escuderías débiles, como Ensign, Theodore, Fittipaldi, March o ATS, el costo de las nuevas reformas puede ser vital. Porque las reformas impuestas por la Federación Internacional exigen diseñar y construir coches totalmente nuevos. Para estos equipos, aún aquilatando al máximo los costos, esta operación supondrá un mínimo de unos cuarenta o cincuenta millones de pesetas. Cantidad que, para algunos de ellos, cuyas deudas ascienden a cifras muy importantes, que no tienen patrocinadores que les respalden ni posibilidad de encontrar nuevos créditos, puede representar el cierre definitivo de sus actividades.
Ensign y Theodore se unirán en un solo equipo para intentar hacer frente a las inversiones. March, por su parte, a solucionar sus problemas con la ayuda de Bernie Ecclestone, propietario en la sombra del equipo británico. La escudería alemana occidental ATS tendrá que pedir ayuda al fabricante de su misma nacionalidad BMW como única forma de salir adelante. Fittipaldi, por su parte, reducirá su plantilla en casi un 80%, en espera de encontrar un posible patrocinador. Pero, si no llega, cerrará.
Algunas de las restantes pequeñas escuderías, antes de. cesar en sus actividades deportivas, recurrirán al presidente de la Asociación de Cosntructores de Fórmula 1, FOCA, el británico Bernie Ecclestone. La ayuda de Ecclestone tendrá como contrapartida el que el británico pase a formar parte como socio-propietario del equipo con problemas. De esta forma, el dominio de Ecclestone, que controla ya buena parte de las organizaciones de carreras, de suministradores de componentes y de escuderías completas, se incrementará aún más.
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