Carolina de Mónaco
puede ver anulado su matrimonio con el francés Philippe Junot, ya que ayer confirmó la Santa Sede que ha sido constituida una comisión especial de jueces para examinar su caso. La constitución de este tribunal, según resalta el comunicado vaticano, no constituye favoritismo alguno, ya que el consecuencia del Canon 1557 (párrafo 1) del vigente Código de Derecho Canónico, según el cual los jefes de estado, sus hijos y herederos están sometidos directamente al Sumo Pontífice en lo que se refiere a causas jurídicas de carácter eclesiástico. Para el caso de Carolina, han sido designados por el papa Juan Pablo II tres jueces, auditores de la Sagrada Rota romana, monseñores Jose Miguel Pinto Gómez, Francesco Bruno y Bernard de Lanversin, además de un defensor del vínculo, el italiano monseñor Egidio Turnaturi.
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