La peseta seguirá perdiendo posiciones respecto al dólar, según el vicepresidente del Manufacturers

El dólar se mantendrá en sus niveles de fortaleza respecto a las demás monedas del mundo industrializado al menos durante los próximos seis meses, para posteriormente iniciar una ligera caída respecto a algunas de ellas, como son el marco alemán, el franco suizo y el yen japonés, dentro de un proceso de ajuste y acomodación a la nueva situación económica que se prevé, manifestó el vicepresidente ejecutivo del Manufacturers Hannover Trust, Donald McCouch, en una conferencia de Prensa con motivo de su estancia en Madrid.

La posición de la peseta frente al dólar en un futuro no lejano dependerá del mantenimiento o no del diferencial de inflación existente entre la economía española y la norteamericana.Para Donald McCouch, es importante que no se mantenga una peseta sobrevaluada, ya que ello rompe las expectativas de crecimiento de las exportaciones españolas hacia el exterior y es normal que la diferencia entre los niveles de inflación que sufre la economía española y los del resto de los países industrializados se refleje en el tipo de cambio de la peseta.

Así, mientras que la inflación en España alcanzará para este año la tasa del 14%, en Estados Unidos ésta se sitúa en torno al 6%. Respecto al resto de países industrializados, el último informe preliminar elaborado por la OCDE señala en sus previsiones que el descenso en la tasa de inflación será bastante más fuerte en el conjunto de países industrializados que en España. Ello quiere decir, aunque el vicepresidente ejecutivo del Manufacturers, el que mayor nivel de negocio mantiene en España de todos los bancos extranjeros autorizados a operar, considerara "imprudente" hacer previsiones, que la peseta continuará viendo descender su cotización respecto a la mayoría de las monedas, salvo que se decida por parte del nuevo Gobierno una acción drástica de devaluación.

1983, un año difícil

Donald McCouch, preguntado sobre la crisis bancaria y las posibles repercusiones que sobre los bancos extranjeros que tienen abierta sucursal en España podrían tener las suspensiones de pagos de varias empresas españolas, manifestó que, en su opinión, 1983 va a ser un año difícil para todos los bancos en cualquier lugar del mundo y que existen riesgos potenciales de nuevas crisis de las que no puede escapar la economía española.No obstante, afirmó, a pesar de la juventud de las dos sucursales que funcionan en España, la experiencia es buena y no tienen especiales problemas con la cartera de clientes con que cuentan. Aunque McCouch señaló que dicha cartera estaba formada casi a partes iguales por créditos al sector público, o a empresas públicas, y a empresas privadas, lo cierto es que el Manufacturers ha venido actuando como banco extranjero oficioso del Estado español y que la mayor parte de las operaciones que ha concertado lo han sido con instituciones públicas o empresas ligadas estrechamente al sector público que no han presentado problemas en el pago de sus créditos, salvo en el caso de las ligadas con el sector del aluminio.

Respecto a la situación internacional, el vicepresidente ejecutivo del Manufacturers señaló que habrá un mayor protagonismo por parte de las agencias internacionales a la hora de la concesión de créditos a terceros países, lo mismo que cobrarán importancia los préstamos Gobierno a Gobierno bajo la supervisión del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La retirada de algunos bancos, como prestaban dinero en los euromercados, no puede ser cubierta exclusivamente por el aumento de las cuotas propuestas para el FMI, y ello llevará, en su opinión, a que las instituciones internacionales traten de obtener mayores fondos en los mercados de capitales con los que cubrir las necesidades financieras de los países en desarrollo.