Catorce marineros españoles, desaparecidos al naufragar un mercante cerca de Argel

Quince marineros, catorce de ellos españoles, han desaparecido en el naufragio del barco mercante Enteli, de bandera panameña, ocurrido el pasado sábado a la altura de Argel. Hasta el momento, las noticias son algo confusas, dado que las primeras informaciones sobre el suceso llegaron a la Comandancia de Marina de Algeciras el martes por la noche, cuando desde Gibraltar se solicitó el oportuno permiso para abrir la verja a fin de que pasara hasta La Línea de la Concepción un marinero español superviviente del naufragio del buque mercante Enteli.

El citado marinero, Juan Jesús Piñeiro Caamaño, de 38 años de edad, natural de La Coruña, había sido recogido, atado a un madero, por el mercante Schwartz de Alemania del Este, cuyo capitán, al conocer lo ocurrido, decidió cambiar su ruta para dejar al náufrago en el puerto de Gibraltar.Abierta la verja, Juan Jesús Piñeiro fue trasladado a La Línea de la Concepción, en cuya residencia sanitaria, se le asistió de algunas heridas y un fuerte choque, y, posteriormente, a Algeciras, donde pernoctó y ayer emprendió viaje de regreso a La Coruña, donde reside.

En la Comandancia Militar de Marina de Algeciras se ha indicado que todos los datos que poseen sobre el naufragio se han obtenido a través de las declaraciones del hasta ahora único superviviente, quien ha indicado que el Enteli, bajo bandera panameña y administrado por Indremar, SA (compañía con sede en la ciudad suiza de Lugano), tenía un desplazamiento de 4.036 toneladas de registro bruto, y se dirigía desde Marruecos al puerto tunecino de Bizerta con un cargamento de cemento en sacos.

Al parecer, la tripulación, a la que Juan Jesús Piñeiro pertenecía como cocinero, había sido enrolada a través de la compañía española Comercial Marítima del Finisterre, con sede en Santiago de Compostela., y estaba formada por un total de dieciséis hombres, quince de ellos españoles y uno tunecino.

La mayoría de los tripulantes españoles eran de origen gallego, salvo un sevillano (el primer oficial) y, un vallisoletano. Hasta el momento, no se han querido facilitar los nombres de los miembros de la tripulación para evitar una inquietud innecesaria a sus familiares, dado que no existe constancia de quiénes han podido morir o han sido rescatados por otras embarcaciones.

En este sentido, el superviviente ha manifestado que al mismo madero al que se ató estaban asidos en un principio otros tres miembros de la tripulación, e incluso que poco después del naufragio vio al capitán con otros tres compañeros en un bote de salvamento.

Al preguntar a un portavoz de la Comandancia de Marina algecireña sobre si se habían efectuado rastreos en la zona del naufragio, éste indicó que no se tenían noticias sobre esa cuestión, pues en la comandancia no se había recibido ninguna información ni aviso oficial sobre el naufragio del Enteli.

Un terrible bandazo

"Fue horrible: llovía, teníamos viento de fuerza diez y, de pronto, el barco dio un tremendo bandazo y se hundió en pocos minutos", ha declarado Juan Jesús Piñeiro, único superviviente hasta el momento del naufragio del Enteli. Según Piñeiro, a la altura del cabo Garde, en uno de los bandazos del barco originados por el temporal, la carga se debió ir a uno de los costados y el buque se hundió en pocos minutos, sin dar tiempo a que se salvara casi nadie. "Otros tres marineros y yo", cuenta el superviviente, "conseguimos agarrarnos a un madero. Nos hundíamos y volvíamos a salir. Los vi morir uno a uno, sin poder hacer nada"."No sé nada de los demás", comenta no repuesto aún de la impresión, "a algunos los debió coger durmiendo, sobre todo a los que habían salido de la guardia. Vi en un bote de goma al capitán y a otros más, pero los perdí rápidamente de vista". "Fue todo horrible", termina Juan Jesús Piñeiro, "son momentos que no podré olvidar mientras viva".