El Gobierno británico ordena el acuartelamiento de todas las fuerzas acantonadas en el Ulster
Los 10.000 soldados británicos en Irlanda del Norte han sido acuartelados tras la explosión de una bomba en una discoteca de Ballytelly, cerca de Londonderry, que produjo el lunes por la noche dieciséis muertos.
En el Reino Unido dominaba ayer un sentimiento de cierta impotencia ante este tipo de atentados. Once soldados y cinco civiles fallecieron en el mismo. Ayer, veinticuatro de los 66 heridos seguían hospitalizados; nueve de ellos, en estado muy grave.Las autoridades militares en Irlanda del Norte están revisando las medidas de seguridad y la política de socialización de las fuerzas armadas con la población local. El INLA, una escisión del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en 1974, ha lanzado una amenaza contra todos los locales frecuentados por las tropas británicas cuando no están de servicio.
Se piensa que el acuartelamiento de las tropas es una medida provisional mientras se revisa la situación. UItimamente, las autoridades militares habían fomentado la integración de las unidades residentes en el Ulster con la población local. Estas autoridades han hecho hincapié en el mayor provecho militar que aportan las unidades que se quedan en Irlanda del Norte por un período de dos años, en vez de las unidades de emergencia, que hacen giras en el Ulster por períodos de cuatro meses.
Esta política permite un mejor entrenamiento y conocimiento de la situación local, y un menor movimiento de tropas en el Reino Unido y en el Ejército británico que sirve en la República Federal de Alemania, dentro de la OTAN. El problema es que los soldados y oficiales de estas unidades residentes traen consigo a menudo a sus familias, y así se encuentran más expuestos a los atentados republicanos en los pubs, discotecas u otros lugares que frecuenten con cierta regularidad.
La discoteca donde se produjo la explosión el lunes era uno de estos lugares, que, sin embargo, se consideraba relativamente a salvo. Delante de cada cuartel hay una lista de lugares prohibidos por sus conocidas conexiones republicanas. La oficina de Irlanda del Norte señala, no obstante, que no tenía planes para aumentar las fuerzas de seguridad en el Ulster. El ministro del ramo, James Prior, había anunciado hace dos semanas un incremento de ochocientos soldados, profesionales y voluntarios locales.
El sentimiento de impotencia dominaba ayer los indignados comentarios sobre el atentado en la Prensa británica. No faltaron los que indicaron la necesidad de una solución política a través de algún tipo de unidad de toda Irlanda.
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