Ronald Reagan afirma que la ocupación de Afganistán no ha sido un éxito político para la URSS
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, afirmó ayer que "la ocupación de Afganistán por la Unión Soviética no es un éxito" al cumplirse su tercer aniversario. Por su parte, fuentes del servicio de espionaje de EE UU y del Pentágono coinciden en señalar que existe un refuerzo del contingente militar de la URSS en ese país asiático.
En un comunicado hecho público por la Casa Blanca con ocasión del tercer aniversario de la invasión de Afganistán, Reagan declaró que "los soviéticos, y el régimen fantoche de Babrak Karmal, no han conseguido el control de los campos ni garantizar la seguridad de numerosas ciudades".Según el primer mandatario estadounidense, hay cerca de 105.000 soldados soviéticos actualmente estacionados en Afganistán. El pasado día 22 el Pentágono estableció la cifra entre 118.000 y 120.000 hombres.
En el comunicado de Reagan se declara que la URSS y el régimen de Kabul no han conseguido nada positivo en su intento de "reconstruir un Ejército afgano controlado por los comunistas y establecer un Gobierno eficaz".
Al señalar "la importancia que tiene para el mundo la resistencia afgana contra el imperialismo soviético", Reagan añadió que el fracaso soviético "se debe al coraje y la voluntad de la mayoría del pueblo afgano y a los muyahidin, los combatientes de la libertad", cuyas fuerzas permanecen "intactas", a pesar de las ofensivas lanzadas contra ellas en la primavera y el verano pasados.
El presidente norteamericano se refirió "a las pruebas que tiene Estados Unidos- sobre el uso de armas químicas por parte de los soviéticos", quienes destruyeron cosechas y pueblos enteros.
Reagan reiteró el apoyo norteamericano a "una solución negociada" que "esté fundamentada en la retirada total de las tropas soviéticas" y aseguró que a los nuevos dirigentes soviéticos no les faltarán oportunidades en el próximo año "para conseguir una solución al problema afgano".
La anexión de la URSS
Por su parte, fuentes solventes del Pentágono expresaron su temor de que el refuerzo militar soviético en Afganistán obedezca a su deseo de anexionar ese territorio a la URSS.
La cadena de televisión ABC informó que el Departamento de Defensa norteamericano tiene pruebas de un refuerzo militar soviético con tropas dependientes del Ministerio del Interior soviético especializadas en la lucha antiguerrillera.
Por su parte, el diario The New York Times, citando fuentes del servicio de espionaje, estimó que el reforzamiento de tropas de la URSS -duplicado en el último año- tiene como objetivo anexionarse todo o parte del país.
The New York Times citó las palabras de un oficial al
[gano desertor, el general Ghulam Sidiq Miragi, a un funcionario británico, a quien comentó que Babrak Karmal había recibido instrucciones del Kremlin para. que preparara el anuncio en el que, "debido a la amenaza del imperialismo", Afganistán había decidido convertirse en parte de la URSS y aceptar la protección soviética.
Los responsables militares norteamericanos estiman que el nuevo líder de la Unión Soviética, Yuri Arídropov, tendrá que optar pronto por alguna alternativa para resolver el problema afgano. Desde hace algunas semanas se insiste en que la decisión de invadir Afganistán fue tomada personalmente por el fallecido dirigente soviético Leónidas Breznev, con reticencias de algunos mierribros del Politburó y del KGB, que dirigió el propio Andropov.
El Pentágono ha ratificado las cifras dadas por el Departamento de Estado hace dos días sobre las bajas soviéticas en la campaña afgana: de 10.000 a 15.000 muertos y heridos, y 60.000 enfermos, especialmente de hepatitis.
Un experto militar norteamericano comentó que las acciones rebeldes contra Instalaciones soviéticas tienen cierto éxito "y son más eficaces que hace un año. Están mejor equipados y su ardor en el combate no parece haber disminuido".
Aunque en Washington se guarda un mutismo casi total sobre el asunto, se admite que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana mantiene una amplia red de tráfico de armas con destino a los rebeldes afganos. De todas formas, dado el carácter tribal de la resistencia, la única opórtunidad frente a los soviéticos es recibir una masiva ayuda militar del extranjero y aglutinarse en torno a un líder, lo que por el momento es impensable, se comenta en la capital norteamericana.
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