Los trabajadores de Renfe de la estación del Norte almuerzan desde el lunes en vagones restaurante
Los trabajadores de Renfe de la estación del Norte comen desde el lunes en dos vagones restaurante, de los utilizados en los trenes de largo recorrido, que permanecerán estacionados en una vía muerta de la estación hasta que se resuelva la situación creada por la negativa del concesionario del comedor laboral a abandonar el local que ocupa. Esta postura, que concesionario mantiene desde el pasado mes de ebril, cuando Renfe le rescindió el contrato, ha motivado la resentación de una demanda judicial de la compañía contra él y numerosas manifestaciones, asambleas y escritos de protesta de los trabajadores, que decidieron boicotear el comedor.
A las dos y media de la tarde del lunes, uno de los andenes de la estación del Norte se llenó de personas que subían a dos vagones, no para viajar sino para comer. Los coches, decorados con estilo de principio de siglo, mamparas de cristal en forma de campanilla floral viejos sillones de cuero claveteado y calefacción de carbón, fueron pronto ocupados por empleados de Renfe que, en broma, preguntaban si habían llegado ya al Orient Express.En el interior, los empleados de la Compañía Internacional de Coches Cama Wagons Lits Cook, propietaria de los vagones, recogían los vales de comida y servían menestra de verduras, ternera en salsa, flan, pan y botellín de vino. Los trabajadores habían pagado por el menú cien pesetas.
Ante los tribubales
Se ponía así fin, de momento; a un conflicto que comenzó el 14 de marzo de 1982, cuando Renfe notificó al concesionario del comedor laboral, Juan de la Cruz, que debía abandonar el 22 de abril los locales de la cafetería y comedor de la estación, porque se había acordado no renovar el contrato anual ante las numerosas quejas de los empleados usuarios del servicio.La reacción del concesionario fue negarse a abandonar las instalaciones, que cuentan con una vivienda para alojamiento de su familia y la de su hijo. Paralelamente, participó en el nuevo concurso de adjudicación de la contrata. Según fuentes de la compañía, la adjudicación del servicio, de acuerdo con el resultado del concurso, en el que Juan de la Cruz quedó en quinto lugar, no se llevó a la práctica al no poder hacerse cargo de las dependencias el ganador.
La demanda de conciliación presentada por Renfe terminó sin avenencia, por lo que se presentó una demanda judicial que en la actualidad tramita el juzgado número 15 de Madrid. La actitud de los trabajadores y la dirección de Renfe no paralizó, sin embargo, la actividad del comedor, que daba unas cuatrocientas comidas diarias. Mientras los empleados solicitaban el cambio de titular, no querían interrumpir la utilización del comedor, cuyo servicio costaba 135 pesetas, de las que Renfe aportaba 55 en concepto de subvención.
La situación varió hace dos semanas, cuando las manifestaciones y asambleas de protesta de los trabajadores consiguieron que la dirección de la empresa colocara un aviso en la puerta de entrada del comedor, en el que se comunicaba oficialmente que las instalaciones quedaban cerradas hasta nueva orden a causa de una inspección. Fueron colocados varios vigilantes para impedir el paso al comedor.
"Yo me iría inmediatamente si me dieran cinco millones de pesetas como indemnización por los daños y perjuicios que me han causado, porque mientras tuve un contrato oficial no me quisieron autorizar ninguna subida de tarifas. Creo que tengo mis derechos. Opino que lo que hay contra mí es algo personal por parte de algunos delegados sindicales", manifestó Juan de la Cruz, que rechazó todas las acusaciones sobre las deficiencias del servicio.
"No sé el motivo de la demanda"
"Es cierto que recibí una carta en la que se me anunciaba la rescisión del contrato, Pero el director de personal me dijo después que no me preocupara, que estuviera tranquilo", dice De la Cruz. "Desde entonces nadie ha venido a decirme que me vaya, ni se me ha informado oficialmente en qué puesto quedé en el concurso, y tampoco se cual fue el motivo de Renfe para presentar una demanda contra mí. Lo que si sé es que a causa del boicoteo que se me está haciendo, el mes pasado no he podido pagar ni los seguros sociales ni los sueldos de los diez trabajadores que tengo".Para solucionar el problema de la comida del personal de la estación se habilitó un local, hasta ahora ocupado por los militares que hacen prácticas en los ferrocarriles, y se pidió a Wagons Lits que permitiera utilizar dos de sus coches restaurantes. Según se acordó, uno de ellos sería el utilizado hasta entonces para comer por los empleados de la compañía de coches cama; el otro, utilizado normalmente como refuerzo de trenes en caso de necesidad, fue llevado a la estación desde el parque de reserva.
En previsión de que el conflicto con el actual concesionario prosiga, puesto que el proceso judicial emprendido puede ser lento, se han iniciado los trámites para habilitar un local en el que pueda comenzar a prestar el servicio la empresa, o persona a la que Renfe se lo encomiende, de acuerdo con el resultado del concurso.
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