La ausencia de Boyer no impidió que el Gobierno ultimase ayer la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado
El ministro de Economía, Hacienda y Comercio, Miguel Boyer, estuvo ayer presente tan sólo en una pequeña parte de la reunión extraordinaria e informal del Gobierno, que estuvo dedicada al estudio de los Presupuestos Generales del Estado para 1983. El secretario de Estado de Hacienda, José Víctor Sevilla, asistió al consejo deliberante en sustitución de Boyer, cuya ausencia estuvo motivada por el agravamiento del estado de salud de uno de sus hijos, sometido a una intervención quirúrgica como consecuencia de un accidente.
La reunión del Gobierno en la Moncloa tuvo los presupuestos como único tema de discusión en agenda. No se abordaron otras cuestiones pendientes de aprobación, como la ley de asistencia letrada al detenido o las consecuencias de la decisión del Tribunal Constitucional de admitir a trámite el recurso planteado por el Grupo Parlamentario Popular contra una parte de la Ley de Elecciones Locales.Tampoco se trató sino de pasada la situación creada en el Sistema Monetario Europeo como consecuencia de la progresiva subida del marco alemán y la depreciación del franco francés, así como la incidencia de tales movimientos sobre la peseta.
Fuentes solventes confirmaron que la elaboración de los PGE está "prácticamente concluida" y que el Consejo de Ministros de la semana próxima, que excepcionalmente se celebrará el viernes -a causa de la visita a España de los reyes de Suecia y el viaje a Argel del vicepresidente Guerra- aprobará probablemente el envío los presupuestos a las Cortes.
En líneas generales, las cifras estudiadas ayer coinciden con las que ya se hicieron públicas en la Prensa hace dos semanas: los PGE para 1983 se situarán, así, en torno a los 7,5 billones de pesetas, con un déficit público próximo a los 1,35 billones, poco más de los 1,32 billones de déficit estimado para 1.982. Los gastos del Estado ascenderán a 4,7 billones, mientras que la Seguridad Social obtendrá los 2,8 billones restantes.
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