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Continúan los esfuerzos para resolver la crisis monetaria

El Consejo Europeo analizará hoy la ampliación de la CEE si el desacuerdo monetario lo permite

Andrés Ortega

Con la cuestión monetaria en espera de una solución definitiva, el tema de la ampliación de la CEE con España y Portugal -y sus condiciones previas en el campo agrícola- será central en los debates hoy, y el martes, del Consejo Europeo, en Bruselas, de jefes de Estado y de Gobierno de los diez. Nadie espera, sin embargo, progresos significativos en este tema. Los ministros de Agricultura han sido incapaces de resolver los problemas que les planteó el mandato de la cumbre europea de Copenhague en diciembre.Los ministros de Agricultura de la CEE, en su examen de la reforma de la normativa comunitaria para los llamados productos mediterráneos -aceite de oliva, frutas y hortalizas-, consideraron que este dossier requería decisiones políticas para las que ellos no están capacitados. Y París y Roma no están dispuestos a abrir las verdaderas negociaciones del capítulo agrícola antes de resolver este problema.

El Consejo Europeo, alentado por la presidencia alemana de la CEE este semestre, podría dar un impulso a todo esto, pero las fuentes comunitarias consultadas dudan de que, si acaso, pueda llegar más allá de principios sumamente generales. No se trata más que de despejar el camino para los ministros de Agricultura, que se volverán a reunir en abril, pero, según estas fuentes, está por ver si el Consejo Europeo puede expresarse en cuestiones técnicas y llegar a liberar unas buenas palabras sobre la aceleración de la negociación con España y Portugal.

Los países mediterráneos de la CEE, con Francia a la cabeza, quieren defenderse. Los productos mediterráneos representan un 85% de las exportaciones agrícolas españolas a la CEE. El ingreso de España en la Comunidad supondría excedentes de aceite de oliva, y, por tanto, mayores gastos para la CEE, (95.000 millones de pesetas anuales, según la Comisión Europea; Francia infla aún más esta cifra). Se plantea, pues, el tema del aumento de los recursos propios de la CEE. Para evitarlo y proteger el consumo del aceite de oliva existe una propuesta de una tasa sobre las materias grasas importadas y producidas en la Comunidad, o un régimen arancelario. Londres y Bonn se oponen a ello, pues encarecería el precio de los productos que ellos consumen y generaría nuevas tensiones comerciales con EE UU, exportador a Europa de semillas y aceites derivados.

Efectos sobre terceros países

Ni siquiera hay acuerdo interno en la CEE sobre el régimen de ayuda al aceite de oliva (Bonn lo quiere al tanto alzado; Atenas y Roma rechazan esta solución) o a las frutas y hortalizas, que requerirían un aumento de las disciplinas y de las asociaciones de productores, que atentan contra los intereses italianos. Los ministros de Agricultura consideraron también que la propuesta de aislar durante diez años como máximo el mercado exterior del aceite español rebasa el mandato de diciembre sobre la reforma del acervo mediterráneo.

Y mientras la CEE no logre haber conseguido una verdadera protección frente al ingreso de España, la negociación no avanzará. La CEE ha lanzado ya su programa mediterráneo, integrado de 800.000 millones de pesetas de 1985 a 1991 para sus regiones más desfavorecidas del Sur. Está también la cuestión de los efectos de la ampliación sobre los países terceros ribereños del Mediterráneo, y su paralelismo con la negociación con España que ha pedido Francia. Portugal puede estar algo más adelantada que España en la negociación de adhesión, pero tres capítulos fundamentales, como son la agricultura, las cuestiones sociales y la pesca, no han sido en ningún caso planteados con seriedad por la CEE. La pesca puede avanzar. Con el nacimiento de la Europa Azul, el 25 de enero, la CEE se ha protegido.

La cumbre europea examinará la situación del paro, del mercado interior y de la estrategia industrial en la CEE. Otros temas a debatir son los problemas presupuestarios planteados por el Reino Unido, el sistema electoral para las elecciones directas del Parlamento Europeo, el reconocimiento de títulos y diplomas en la Comunidad y las lluvias ácidas y otras cuestiones de medio ambiente. Francia quiere plantear las relaciones comerciales con EE UU. La Unión Europea del Acta Genscher-Colombo será objeto de discusión, pero la hora de la verdad llegará en el siguiente Consejo Europeo, en junio, en Stuttgart. En el capítulo de cooperación política, los diez se concentrarán, informalmente, en los euromisiles.

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