Los salmantinos celebran el 'lunes de aguas', la legendaria fiesta de la vuelta de las prostitutas
Hoy se abre al público una finca de cuarenta hectáreas de monte que el Ayuntamiento de Salamanca usufructuará como dehesa de la villa durante los próximos quince años. La fundación Virgen de la Vega, propietaria de los terrenos, que se encuentran a siete kilómetros de Salamanca, en Gargabete, recibirá a cambio el importe del alojamiento, y manutención de once pensionistas durante el mismo período de tiempo.
La apertura de este parque natural coincide con la celebración del Lunes de aguas, la legendaria fiesta de la vuelta de las prostitutas a la ciudad pasadas las fiestas de Cuaresma, única fiesta salmantina que ha conseguido permanecer a lo largo de los siglos, pese a que en los últimos tiempos carecía de significado en la memoria popular. En la tarde del Lunes de aguas la ciudad se vacía; todos sus habitantes salen de ella al campo cercano, generalmente a pie, para tomar el hornazo, una especie de empanada que contiene lomo, jamón y chorizo.Los salmantinos, sin saberlo durante muchos años, han celebrado la vuelta anual de las prostitutas de Salamanca a la Casa de la Mancebía, tras haber pasado los días de Cuaresma alejadas de su oficio. De este acontécimiento eran protagonistas activos los estudiantes universitarios y las prostitutas. Los estudiantes acudían en busca de aquellas y las acompañaban entre ramos y flores, en las barcas con que atravesaban el río. El resto de los salmantinos participaban de la algarabía con su presencia a orilla del Tormes donde pasaban la tarde.
La Casa de la Mancebía fue concedida como único burdel en 1479 por don Juan, hijo de los Reyes Católicos. El Padre de la Mancebía, a quien se le concedía por concurso la Casa, se responsabilizaba de su marcha y del cumplimiento de las ordenanzas reales que regían su funcionamiento, dictadas para Castilla por Felipe II en 1570. El Padre de la Mancebía debía.contar con prestigio y con la confianza del consistorio del que a veces era diputado.
Traslados estudiantiles
Estas ordenanzas reales establecían entre otras normas que las pupilas no deberían estar casadas, ser mulatas, o tener los padres en la ciudad. Tenían que sufrir las visitas del cirujano cada ocho días y recogerse en la Casa para pasar la noche. En fiestas, Cuaresma, cuatro témporas y Vigilia, no podrían practícar su oficio. Por esta razón, el Padre de la Mancebía, conocido vulgarmente como Padre Putas, las trasladaba en Cuaresma a Tejares, una localidad próxima hoy perteneciente a la ciudad de Salamanca.El lunes de la octava de Pascua, el Padre de la Mancebía, acompañado por los estudiantes, acudía a Tejares a recoger a las mujeres, que debían confesarse y comulgar en Salamanca. Por su estado pecaminoso no podían atravesar el puente, por lo que se trasladaban en barca adornadas de ramas y hojas. Precisamente este hecho ha podido dar origen, según algunas opiniones, a la palabra ramera. Los salmantinos acompañaban al séquito y participaban en la fiesta.
La historia de los últimos tiempos hizo que estas costumbres perdieran su significado, aunque no su forma. Y los salmantinos han seguido saliendo todos los Lunes de aguas de la ciudad. Muchos de ellos rieron picarescamente al conocer hace tres años los motivos de la fiesta, cuando el ayuntamieto se propuso difundirlo masivamente y facilitar lugares donde celebrarla, acompañados de charangas.
Mientras tanto una de las gigantillas que salen a la calle en las fiestas de la ciudad ha recordado siempre al Padre de la Mancebía, al que eufemísticamente todos han llamado Padre Lucas, hasta ahora que comienza a recuperar su antiguo nombre de Padre Putas.
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