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Entrevista:

Joshua Nkomo: "La estupidez del Gobierno de Zimbabue favorece a Suráfrica"

Soledad Gallego-Díaz

Joshua Nkomo llegó a Londres hace un mes, después de haber huido clandestinamente de Zimbabue. Su casa en Matabebeland, al sur del país, había sido objeto de un ataque por parte de fuerzas de la 5ª Brigada, y su chófer y otras dos personas habían sido asesinados. El Gobierno británico le ha acogido momentáneamente (su permiso de residencia ha sido renovado recientemente por otro mes), pero sin entusiasmo. Nkomo es un huésped incómodo para el Reino Unido, que puede enturbiar las relaciones entre Londres y su antigua colonia africana, Rhodesia, hoy Zimbabue.

Joshua Nkomo, father Zimbabue, medita en Londres, momentáneamente exiliado, su próximo movimiento. Para algunos, como el ex ministro de Asuntos Exteriores británico, lord Carrington, Nkomo es una fuerza acabada que no tiene futuro político en su confrontación con el primer ministro, Robert Mugabe.Para otros, el líder de la oposición de Zimbabue ha logrado superar otras crisis igualmente graves y volver a la escena política de su país con renovadas fuerzas. Joshua Nkomo ha concedido una entrevista a EL PAIS en la que reitera sus acusaciones contra Robert Mugabe, critica a quienes plantean la actual crisis como un enfrentamiento tribal y niega que su país vaya hacia una guerra civil.

Pregunta. Según usted, el primer ministro Robert Mugabe quiere asesinarle...

Respuesta. No soy yo quien lo dice. Tropas de la 5ª Brigada entraron en mí casa buscándome a mí, y tres amigos míos murieron. Miles de personas han muerto por culpa de esas tropas.

P. ¿Qué ventajas puede obtener Mugabe con su muerte? ¿No le conviene más que sea usted un exiliado?

R. Es una larga historia. Mugabe y yo dirigíamos dos organizaciones diferentes, el ZANU. (Unión Nacional Africana de Zimbabue) y el ZAPU (Organización Popular Africana de Zimbabue), y durante la lucha por la liberación trabajamos por separado. Nos unimos para discutir con los británicos.

Mugabe ganó las elecciones, aunque nosotros tenemos nuestras reservas sobre el resultado, porque fueron unas elecciones hechas por los británicos y porque las papeletas fueron traídas a Londres y quemadas. Todo esto nos hizo dudar, pero lo olvidarnos porque lo importante era haber logrado la independencia.

Yo trabajé con Robert Mugabe, formé parte de su Gobierno hasta que en 1982 me expulsó de él, afirmando que se habían encontrado armas en dos granjas propiedad de mi partido. Eso es falso, es pura propaganda. Durante un año se me ha acusado, pero nunca me han llevado ante un tribunal, y los miembros de mi partido que han sido juzgados han sido declarados inocentes del cargo de intentar derrocar a Mugabe.

P. ¿Cuál fue su actitud ante las acciones violentas de los soldados desertores y rebeldes?

R. Creo que son problemas de una nación joven, que se pueden resolver adquiriendo madurez. Mugabe formó una brigada especial, reclutada fuera del Ejército Nacional, que tiene devoción por un solo partido, el ZANU.

Eso está mal y así se lo dije: "La 5ª Brigada es un ejército político, de tu partido". El no lo negó. "Es una formación", me dijo, "preparada para responder a quienes quieren derrocarme. Cualquier persona que lo intente será liquidada". Como se ha visto ahora, la 5ª Brigada ha sido utilizada para deshacerse de los disidentes, pero no para detenerlos. Yo le respondí al camarada Mugabe que ni él ni yo sabíamos quiénes eran exactamente los rebeldes, que el país no sabía nada de ellos y que lo más apropiado era crear un comité parlamentario, presidido por el primer ministro, que investigara y propusiera soluciones. Sólo así se puede afrontar el problema y juntos podíamos hacerlo. Se negó.

La auténtica verdad es que no son gente nuestra y que si son antiguos miembros del ZIPRA están actuando por su cuenta, al margen de la organización.

'Mugabe no quiere acabar con los disidentes'

P. ¿Ha condenado usted las actividades de los disidentes?R. Claro que sí. Lo he dicho muchas veces, y además es lógico que lo haga. El problema es que Mugabe no está interesado en detener y controlar a los disidentes, porque juegan un papel justificativo de sus propios planes. No quiere terminar con este problema porque le permite actuar contra mi partido.

P. ¿Cree usted que la solución de este problema pasa por una acción militar o por una acción política?

R. Creo que hay que descubrir quiénes son, qué quieren, y presentar una respuesta política. Mugabe se niega a hacerlo. "Vamos a luchar contra ellos", me dijo. "De acuerdo", respondo yo; pero entonces que no se diga que son gente mía y que no se les utilice como pretexto para utilizar fuerzas militares para destruir mi partido y crear un sistema de partido único.

P. ¿Cree que detrás de esta crisis existe un enfrentamiento entre la mayoría de los shona, tribu a la que pertenece Mugabe, y la minoría de los ndebeles, a la que pertenece usted?

R. Eso es una tontería. No hay ningún problema entre shonas y ndebeles. Eso es un invento del exterior para crear un problema de minorías. Nosotros no luchamos por la independencia para crear mayorías y minorías dentro de nuestro pueblo, luchamos por liberar Zimbabue.

Muchos de los miembros de la Y Brigada hablan shona, pero no representan al pueblo shona sino a un partido concreto. Shonas y ndebeles trabajan juntos en las fábricas y en el campo, van en los mismos autobuses, no hay ninguna razón para que se enfrenten.

P. ¿Cree usted que existe el riesgo de una guerra civil si el primer ministro crea un sistema de partido único?

R. No soy yo quien debe decirlo. Es el pueblo de Zimbabue quien tiene la palabra, y quien debe decidir si quiere trabajar para un partido único. Yo sólo digo que no se le debe obligar, que hay que respetar sus deseos. Estoy preparado para luchar contra ese proyecto, lo mismo que luché contra los blancos, no porque eran blancos sino porque su política estaba equivocada. Luché durante 16 años contra quienes querían gobernar mediante la fuerza y contra los deseos de una nación. Ahora el Gobierno es negro y quiere hacer lo mismo.

'El pueblo de Zimbabue no quiere la guerra civil'

P. Puede haber entonces una guerra civil...R. El pueblo de Zimbabue no quiere guerra, pero será él quien decida cómo responder a esta provocación, a este empleo de la fuerza.

P. ¿Cuál es su análisis personal?

R. Creo que no habrá guerra civil. No es posible. Y, en todo caso, nosotros no la apoyaríamos. Acabamos de atravesar una guerra muy larga para lograr la independencia, y no queremos más violencia.

P. Mugabe acusa a Suráfrica de fomentar los incidentes en Zimbabue.

R. Él es el primer ministro y tiene información que yo no poseo. Si él lo afirma, yo le creo.

P. Usted fue ministro durante dos años. ¿Qué información poseía usted entonces?

R. Suráfríca sacará ventajas de esta situación, eso está claro. La estupidez del Gobierno favorece sus intereses. Si el pueblo de Zimbabue está unido, podemos defender nuestras fronteras de cualquier intervención exterior.

P. Cuando Zimbabue alcanzó la independencia, el mundo occidental vio en ese país un modelo posible para toda África del Sur. ¿No cree que el lamentable que las diferencias personales entre usted y Mugabe hagan fracasar un experimento esperanzador para el pueblo negro de Suráfrica y Namibia?

R. Niego que sea un problema de diferencias personales. He cooperado con Mugabe en todas las formas posibles y, cuando me echó del Gobierno, sin razón alguna, acepté esa decisión y me fui a llorar solo mi propia pena.

'Nuestros enemigos van a aprovecharse de la situación'

P. ¿Qué influencia puede tener en la región la actual crisis de Zimbabue?R. La crisis perjudica a toda África, que lucha por la liberación de Suráfrica y de Namibia. Ahora podrán decir: "Mira, ahí esta Zimbabue, ¿quieres que pase lo mismo aquí?" Nuestros enemigos van a aprovecharse. Yo no escatimo ningún esfuerzo para conseguir que Zimbabue juegue el papel que tiene que jugar en la liberación de África.

P. ¿Ha tenido ya contactos con el Gobierno de Zimbabue o ha buscado la mediación de otro país, como Zambia? Algunas personas creen que usted, father Zimbabue, va a convertirse en un exiliado permanente.

R. He tenido algunos contactos, pero no hay respuesta de Mugabe. En cuanto a buscar la mediación de otro país, no lo haré nunca porque Zimbabue es una nación independiente que no traslada sus problemas a otros estados. Yo no quiero estar ni una hora fuera de mi país. Volveré en cuanto vea una solución segura para mí. Por ahora, no soy un exiliado sino un turista que pasea por Londres.

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