_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La sorpresa y la disculpa

La derrota sufrida por Hinault no sólo fue una sorpresa en sí, sino por la gran diferencia con que se produjo. Ahora ya no hay dudas. El francés, cuya calidad no se puede tapar de repente, está pagando su mala salud física di la pretemporada. El durísimo ciclismo no perdona una mala preparación, como tampoco un simple catarro o una mínima bronquitis. Sólo esto justifica plenamente el hundimiento del galo ante Kuiper y siete españoles, que en condiciones normales nunca le deberían ganar, ni lo han hecho jamás, ni en cuesta, ni en llano. En montaña sólo perdió una en toda su carrera, en el Puy-de-Dome, en el Tour-78. Cedió 1.40 a Zoetemelk, 54" a Pollentier y 45" a Bruyere. Pero ganó al final. El éxito español es innegable, pero no se pueden ocultar razones que lo han favorecido.Cuando Hinault perdió el liderato en Viella, tras 235 kilómetros muy duros, dio ya el primer toque de alarma sobre su forma. Para la contra reloj de ayer, aunque no se encontrara bien físicamente, cabía pensar que al ser sólo 38 -con 12 de subida fuerte, únicamente, al final- su calidad de especialista superara su supuesta baja forma. Pero ya se ha comprobado que no. Y tampoco es cuestión de discutir su falta de garra, porque de poco sirve la garra si no hay fuerzas. Una cosa es economizar al máximo y otra no tener dinero. En la bicicleta nadie se puede esconder en un córner a retener el balón.

Más información
Fracaso de Hinault en la contrarreloj de Panticosa

La etapa, en cualquier caso, completó la sorpresa total con la colocación de los españoles. La experiencia de Alberto Fernández se impuso a un Gorospe teóricamente con más posibilidades. Y, sobre todo, se demostró que un liderato siempre da alas. Lejarreta no es el mejor contrarrelojista, y nunca ha vencido a rivales como los de ayer, pero sí está a tope de fuerza y moral.

El futuro de la Vuelta no puede estar más interesante y favorable a los españoles. Hinault tiene dos únicas salidas para una figura: reaccionar inmediatamente o retirarse. La última parece quizá la más factible, a juzgar por el panorama. Varios de sus gregarios están con bronquitis y sin su ayuda o alguna coalición extraña no parece en situación de ganar. Los equipos españoles, con el Zor a la cabeza, están muy fuertes. Y una derrota en la Vuelta a España debe ser una humillación desmesurada para su orgullo cuando puede esgrimir la disculpa de unos virus rebeldes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_