Grecia cuestiona su pertenencia a la CEE

El primer ministro griego, Andreas Papandreu, se ha interrogado públicamente sobre los efectos, según él negativos, de la pertenencia de su país a la Comunidad Económica Europea (CEE). Estas declaraciones se producen menos de un mes antes de que Grecia asuma la presidencia de la Comunidad, el 1 de julio próximo.

"Ser miembro de pleno derecho de las CEE, para un país como Grecia, es manifiestamente negativo para sus perspectivas de desarrollo", dijo Papandreu, quien reafirmaba así la posidión de su partido, el PASOK (Movimiento Socialista Panhelénicó), cuando estaba en la oposición y antes del ingreso de Grecia en el Mercado Común, el 1 de enero de 1981."Ahora que estamos en mejor posición para juzgar", declaró Papandreu: "desde un punto de vista gubernamental, constatamos que teníamos razón. No hay ninguna duda". Las declaraciones del primer ministro griego, por irritantes que resulten para sus socios comunitarios y para la propia Comisión Europea, no significan que Grecia se disponga a abandonar la Comunidad, según estiman lós observadores en Atenas.

Salida imposible

Papandreu se dirigía a un auditorio de profesores sindicalistas y funcionarios de países socialistas de Europa Occidental y de América, presentes en una conferencia sobre problemas económicos mundiales que se celebra en Atenas. Algunos observadores han estimado que las declaraciones expresan más un punto de vista como presidente del PASOK que como jefe del Gobierno griego.El PASOK, que no ha cesado en sus críticas a la CEE, desde su llegada al poder ha dejado sin embargo de referirse a la posible salida de Grecia del entorno comunitario. En la campaña electoral, Papandreu había prometido la convocatoria de un referéndum sobre la continuidad en la Comunidad, pero este recurso no puede ser decidido más que por el presidente de la República, Constantino Caramanlis, el verdadero artífice del ingreso de Grecia en la Comunidad.

El Gobierno socialista griego había solicitado que se adecúen las normas comunitarias a las especifidades de Grecia en un memorándum entregado a la Comísión en marzo de 1982. La próxima cumbre de Stuttgart debe tomar una decisión al respecto, que se espera sea favorable a las demandas griegas, si bien poco concreta.

Para los expertos, la cuestión no estriba actualmente en la salida de Grecia de la CEE. Únicamente el Partido Comunista Griego, prosoviético, continúa reclamando esta solución. Grecia participa en todas las instancias comunitarias y se ha preparado activamente para asumir la presidencia de turno durante el segundo semestre de este año.

El balance de su estancia comunitaria es asimismo valorado positivamente. En 1982 Grecia recibió algo menos de 700 millones de ECU (Unidad de Cuenta Europea, cuyo valor es ligeramente inferior al del dólar) de los diversos fondos comunitarios. En 1983, según la Oficina de la CEE en Atenas, las ayudas podrían ascender a 1.000 millones de ECU.