La Asociación de Clubes, primera experiencia de separación de poderes en una federación

La Asociación Española de Clubes de Baloncesto (ACEB) constituye ya la primera experiencia de separación entre deporte profesional y aficionado. Un intento que se adelanta a todas las federaciones y a las promesas de la nueva administración deportiva. De la nueva asociación quiere ya beber, por ejemplo, el balonmano y nadie olvida que el fútbol también estará atento a esta experiencia. 16 clubes forman parte de una asociación que organizará este año la Liga de Primera División, un organismo que actuará profesionalmente, será gestionado a imagen de una empresa privada y rendirá sus beneficios a los asociados. Cerca de siete millones constituyen su primer presupuesto serio.

Tendrá su sede en Madrid y su secretaría permanente en Barcelona. Cada club aporta 221.000 pesetas como cuota de socio y para ser miembro de la ACEB es necesario estar en la Primera División masculina de baloncesto. Recientemente recibió todos los poderes, de mano de la Asamblea de la Federación Española, para hacer y deshacer en la elite de este deporte. Dos documentos, las bases de competición y un protocolo firmado con la Federación, constituyen los mejores argumentos de su fuerza. Ninguno de los dos grandes podrá siquiera volver a repetir rebeliones o actitudes insolidarias. La ACEB lo tiene todo atado y dispone de la potestad, incluso, de descalificar y dejar fuera de la competición al club que no cumpla sus disposiciones. La junta directiva está compuesta por los representantes de cinco clubes: Areslux (presidencia), Real Madrid (vicepresidencia), Valladolid (secretaría), Manresa (tesorería) y Cotonificio (vocal), con vigencia hasta 1986. Estos cargos los ocupan entidades y no personas, por lo que el cese como presidente de club implica su cese como miembro de la junta directiva, cargo que ocuparía el sucesor. Si uno de estos clubes desciende el cargo ha de ser cubierto por otro.

Según las bases de competición, la Asociación organiza la Liga en Primera División. Pero hay más. Según el protocolo, la ACEB organizará conjuntamente, también, la Copa del Rey, cuyos beneficios se repartirán entre Federación y Asociación. Pero, por ejemplo, "los programas de actividades elaboradas por el Comité de Actividades Internacionales y por el Comité Técnico, en aquellas cuestiones que afecten a las categorías senior, junior y juvenil serán sometidos, por espacio de 20 días, a audiencia de la ACEB". Es decir, incluso en el programa de la selección nacional también tendrá su parte importante de intervención la citada entidad.

La separación de poderes resulta inusual en el deporte español, por ello la singularidad de este caso, que tiene otras características. Por ejemplo, cada temporada será la Asociación la que determine cómo se disputará el campeonato de Liga en Primera División, pero sobre el proyecto que ésta prepare, la Federación no podrá revocarlo con otro alternativo. O se aprueba lo que dice la Asociación o se enmienda, pero no vale la alternativa. Por último, y en el capítulo reglamentario, todo lo que afecte a los conflictos internos entre clubes serán resueltos por la propia Asociación sin intervención posible del estamento federativo. Es decir, los clubes grandes no podrán buscar el amparo acostumbrado de la Federación.

Internamente, la ACEB, con cerca de 7 millones de presupuesto para la temporada que se avecina, quiere funcionar profesionalmente como una empresa privada, con escaso personal pero pagado adecuadamente. A todos los efectos se procura que todo funcione con un sociedad anónima, con directivos profesionales y desligados de los clubes y, en todo caso, un presidente que lleve la línea política. La ACEB busca sus fuentes de financiación y repartirá, a final de temporada, beneficios. El pasado año se distribuyeron 14 millones, es decir un millón por equipo, entre sus asociados.

Jiménez, al Joventut

Andrés Jiménez, pivot del Cotonificio, ha llegado a un acuerdo con el Joventut, club al que pertenecerá la próxima temporada. El Cotonificio percibirá 18 millones por el traspaso y el jugador cobrará 15 por tres temporadas.