Garaikoetxea destaca el papel del Congreso de Estudios Vascos en el fomento de la tolerancia en Euskadi

La diversidad de corrientes de pensamiento y los niveles de calidad y participación expresados en el IX Congreso de la Sociedad de Estudios Vascos han s do los perfiles más destacados por los asistentes al encuentro internacional, celebrado en Bilbao, dedicado al estudio y conocimiento de la historia y la cultura de la sociedad vasca en los dos últimos siglos. En el acto que clausuró el pasado viernes las cinco jornadas intensas de trabajo del congreso, el presidente vasco Carlos Garaikoetxea expresó su deseo y confianza de que tanto los frutos del encuentro como la labor continuada de Eusko Ikaskuntza, la sociedad organizadora, y otras entidades culturales contribuyan a fomentar "el conocimiento y el espíritu crítico y la tolerancia entre los vascos" y "ayuden a la reconstrucción material y moral del País Vasco".

La amplitud del campo de trabajo desarrollado sin barrera alguna para la ciencia, el saber y el arte de 200 años de historia del País Vasco ha planteado algunas de las lagunas existentes en campos específicos del período estudiado, que para el infatigable trabajador en la investigación vasca José Miguel Barandiarán indican que "todavía tenemos que avanzar mucho con los pies antes de andar con la cabeza".Tras hacer notar la ausencia de aportaciones relativas al nacimiento del movimiento obrero vasco a finales del período estudiado, el ponente francés Vincent Garmendia, a cargo de los trabajos relacionados con el carlismo, destacaba el interés y las novedades reveladas en ambos lados de las corrientes expresadas, citando a Artola, Pinedo y Bilbao dentro ole la historia económica y a los autores de la ponencia conjunta sobre el Estado de la cuestión de la sociedad vasca en los dos últimos siglos, presentada por los profesores Ignacio Olaberri y Valentín Vázquez de Prada, dentro de la escuela más tradicional.

La necesidad de afrontar estudios monográficos es otra de las necesidades planteadas a la luz del congreso, a juicio de la historiadora Idoia Estornes Zubizarreta, autora de una reciente obra publicada acerca de la Sociedad de Estudios Vascos. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, la historiadora considera ineludible avanzar en el campo de las monografías, para "que se reduzcan a polvo los fantasmas construidos a base de esquemas ideológicos previos o de grandes abstracciones elevadas sobre fragmentos frágiles".

Ignacio Tellaeche, catedrático de la Universidad Pontificia de Salamanca, ponía el acento en el estímulo y descubrimiento que para el campo de los investigadores, y en particular para los más jóvenes, tiene la difusión de los trabajos abordados en el encuentro. Tellaeche, autor de la ponencia titulada Cien años de investigaciones de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, subrayó la importancia "del punto de mira de los siglos XVIII y XIX, el humus de la sociedad actual para una comprensión matizada, a través de la ciencia, de los problemas vascos de hoy".

"Fenómenos extraños"

La literatura, la educación y la música acapararon los temas abordados en la última sesión del congreso, que acogió la única de las ponencias expuestas en las jornadas en euskera por el Iingüista Luis Mitxelena, catedrático de la facultad de Filología y Geografía e Historia de la Universidad del País Vasco. El discurso de Mitxelena despertó su máximo interés en el punto dedicado a la interrelación entre el euskera y las instituciones forales, a las que se refirió como uno de los "fenómenos extraños" de la sociedad vasca de 1700. Entre éstos destacó el ponente "la lengua, por un lado, un fenómeno extraño que nadie ha sabido explicar, y de otro, unas instituciones propias que supervivieron". Consideró Mitxelena que "la existencia de instituciones propias fue favorable para la lengua", manteniendo la idea que "las instituciones propias de la época no hicieron gran cosa en favor de la lengua, pero no hicieron nada en contra", lo cual, apostilló, "ya es una gran cosa".Al día siguiente del congreso, Miguel Barandiarán era reelegido presidente de Eusku Ikaskuntza por aclamación de la asamblea, que acordó nombrar a José María Jimeno y a Ander Manterola vicepresidentes de la Asociación de Estudios Vascos, en representación de Navarra y Vizcaya, respectivamente.