Telefónica no asume su documento interno sobre las relaciones con Standard

El informe de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) en el que se desarrollan las relaciones entre esta compañía y su suministradora Standard Eléctrica, SA (véase EL PAÍS del pasado martes), es "un informe interno de CTNE que en ningún caso ha sido asumido por la propia compañía por no analizar más que un aspecto parcial del problerna", según un comunicado hecho público por Telefónica.Según este comunicado, "la Telefónica actúa con sus suministradores como tantas empresas públicas o privadas, que arbitran fórmulas de revisión de precios cuando se trata de obras o suministros de largo proceso de maduración. Los anteriores presidentes de la compañía han actuado, por lo tanto, dentro de la política que sigue la Telefónica con sus suministradores tradicionales".

El dato más significativo del informe es, para Telefónica, el de una supuesta sobrevaloración de las compras en el período, 1976-1982, que se cifraría en 17.000 millones de pesetas. Dicha cantidad es únicamente el resultado de sumar las diferencias a lo largo de esos años entre las cantidades efectivamente pagadas y unas cifras básicas de 1976 a las que se han aplicado para los años sucesivos unos índices de crecimiento de precios. Los precios que paga Telefónica se calculan con unas fórmulas de revisión que tienen en cuenta el escandallo real de los costes de producción, dando el peso adecuado a los distintos factores que intervienen e incrementando el coste de los mismos de acuerdo con criterios objetivos. "Sólamente en 1982 se pactaron unos incrementos de precios adicionales, que deben justificarse como la participación de Telefónica en el proceso de reconversión, de Standard y que, por lo tanto, tienen carácter temporal".