La organización ecologista Green Peace presenta una muestra en el salón del 'comic' de Angulema
La organización ecologista Green Peace ha instalado una exposición en el salón del comic de Angulema (Francia) coincidiendo con la salida de su libro A ma mer (A mi mar), en el que han colaborado 75 dibujantes. La exposición consiste en diversos hinchables con figuras animales, entre los que destacan una ballena de 15 metros de longitud y un pingüino de cuatro metros de altura. Junto a la exposición, algunos miembros de Green Peace organizan actos de animación cultural. Ayer, el lleno era total en las carpas de la plaza de Marte, donde se hallan situado los tenderetes de las editoriales.
Especialmente la zona ocupada por la firma Dargaud estaba a rebosar y el público esperaba autógrafos de los autores de esta casa. Allí firmaban y dibujaban desde Forest, el creador de Barbarella que obtuvo el premio del salón del Angulema el pasado año, hasta Jesús Blasco o Julio Rivera, dos españoles perfectamente introducidos en el mercado francés.Los dependientes de Dargaud van provistos de un mandil repleto de bolsillos en donde introducen el dinero producto de las ventas. Según informaciones de uno de los representantes de Dargaud, hay álbumes que venden durante estos días hasta mil ejemplares. En el Salón Internacional del Comic de Barcelona las ventas difícilmente superan los 300 ejemplares. Pero en Angulema hay tanta gente que resulta dificil no quedarse sin mercancía, cosa que ha estado a punto de ocurrirle a El víbora y Norma.
Historietas bíblicas
Julio Rivera, instalado en Francia desde 1953, es el único autor español que cuenta con una exposición individual situada junto al resto de los autores españoles. En realidad, las exposiciones españolas gozan de un público constante, si bien no con las aglomeraciones de las carpas del campo de Marte.Ayer se presentó en Angulema la revista catalana de historietas L'Arlot, que ha sacado esta misma semana su segundo número a la calle. Su director, Joaquim Auladell, no se mostraba especialmente optimista y comentó a este diario que pese a tratarse de la única revista catalana de comic que utiliza el catalán, la ayuda de la Generalitat se reduce a 100.000 pesetas anuales, concedidas hace cuatro meses y aun no cobradas. Víctor Moraco mentaba al respecto que la Generalitat no se da cuenta de que la enorme difusión del comie podría ser una herramienta de extrema utilidad en el proceso de normalización lingüística.
También ayer, se inauguró la exposición Trópicos. Se trata de una muestra itinerante en la que participan 41 artistas desde di bujantes como Hugo Pratt, Manara, Burgeon y Gillon, hasta ilustradores como Yosuke Kawamara o Frederic Voisin, pintores como Ricardo Mosner y Jef Gravis y otros artistas. Trópicos une el diseño y el dibujo con otras expresiones artísticas, entre las que destaca la actuación de Celia Cruz y Tito Puente.
Otras exposiciones que consiguen buenos niveles de público son las dedicadas a La Biblia y la dedicada al comic árabe. Ediciones de La Biblia en comic, las hay en número incalculable. La más importante quizá sea la de Larouse, pero existen bastantes más, hasta el punto que, al margen de la exposición dedicada a este tema, hay una caseta de la iglesia luterana de Angulema dedicada exclusivamente a la venta de comics bíblicos. Entre las biblias que se venden bien está la dibujada por Jesús Blasco. La edición francesa de La Biblia de Blasco se presenta con sendas cartas de dos obispos ausentes en la edición castellana. El viernes por la noche debería haberse presentado en uno de los cines de la localidad la película de Reiser Vive les femmes. No pudo ser. Era el único estreno cinematográfico mundial anunciado.
Babelia
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