Polémica sobre si los navíos aliados deben disparar sin esperar a ser atacados
Los estrategas navales de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte están estudiando la posibilidad de autorizar a los barcos de la flota aliada a ser los primeros en abrir fuego en caso de sentirse amenazados, según informaciones facilitadas por funcionarios de la OTAN. Actualmente, los navíos de la Alianza Atlántica tienen orden de limitarse a repeler el fuego enemigo, de acuerdo con la estrategia defensiva de la OTAN.Estrategas norteamericanos y europeos recalcan que las actuales reglas invitan al ataque en una época dominada por los misiles de largo alcance y alta precisión. Un funcionario atlántico explica que, actualmente, los comandantes no están autorizados a desplegar sus barcos en formación de combate hasta que hayan sido víctimas de un ataque, y tampoco pueden dar orden de efectuar un ataque preventivo.
La OTAN se encuentra dividida sobre el tema. El almirante William Stavely, comandante en jefe del canal de la Mancha, y el almirante Wesley McDonald, comandante supremo del Atlántico, son, aparentemente, dos de los principales defensores de que se cambien las reglas del juego. McDonald prefiere no hacer comentarios sobre el tema.
Británicos y norteamericanos creen que la actual reglamentación convierte a la flota aliada en fácil objetivo de ataques preventivos por parte de misiles y bombarderos soviéticos, capaces de lanzar un ataque desde más allá de la línea del horizonte.
Los estrategas navales de la República Federal de Alemania (RFA), canadienses, daneses y holandeses se oponen, al parecer, a este proyecto, argumentando que efectuar el primer disparo es una acción que se aparta seriamente de los principios de la Alianza Atlántica.
Tras este debate se esconde la creciente incertidumbre sobre la seguridad de las rutas marítimas del Atlántico norte en cualquier conflicto con los miembros del Pacto de Varsovia. Expertos de los servicios de inteligencia aseguran que, en caso de guerra, la URSS dispondría de escuadrones navales de gran movilidad que no dudarían en disparar contra navíos de guerra y mercantes aliados.
Otra sugerencia que está estudiándose en el seno de la OTAN es la creación, en caso de crisis, de zonas de exclusión marítima, similares a la establecida por el Reino Unido en su campaña contra Argentina durante la guerra de las Malvinas, hace dos años. Una vez que estas zonas hayan sido definidas y advertidos de ello los enemigos potenciales, los barcos de la OTAN estarían en libertad de disparar contra cualquier navío hostil que se adentrara en la zona.
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