Obiang :"Que vuelvan los antiguos propietarios "
El presidente de Guinea Ecuatorial reconoce que su principal problema es la imposibilidad de iniciar el desarrollo del país
El pasado día 20 se cumplió el plazo oficial dado por el Gobierno ecuatoguineano para que los viejos colonos o sus descendientes reclamen sus propiedades. Algunos ya lo han hecho; para el resto, que no tiene dinero o moral para hacerlo, el Gobierno español intenta conseguir extraoficialmente una nueva prórroga.En un despacho con moqueta chillona y sin aire acondicionado, el presidente Obiang, sin gesticular, con porte elegante, un traje azul marino y reloj de oro en su muñeca izquierda, asegura que la fijación de un plazo para solicitar la devolución de las tierras que los españoles abandonaron hace 10 años huyendo del nacionalismo de Macías, tiene por objeto "recordarles que no deben permanecer silenciosos, sino invitarles a que vengan". "Las medidas que está tomando el Gobierno constituyen un llamamiento, una indicación a esos antiguos propietarios para que se ocupen de la explotación de sus bienes" añade cuando el sudor inunda ya su ancha frente.
"Desde un principio, cuando sus majestades visitaron por primera vez Guinea Ecuatorial, yo expresé en un discurso el deseo de que la cooperación entre los Gobiernos debía estar respaldada por las inversiones a nivel privado. Expresé también mi opinión de que los empresarios privados españoles deberían tener el apoyo de su Gobierno, pero hasta ahora no ha habido interés por parte del Gobierno español en relación con este tema".
La consecuencia de esto, según Obiang, es que "no vemos ninguna actividad por parte de las empresas privadas españolas".
'Las prórrogas perjudican'
La primera oleada de finqueros que volvieron a Guinea Ecuatorial tuvo resultados funestos, según explica el presidente Obiang. "En 1979, nosotros dimos créditos a los agricultores españoles que regresaron a recuperar sus fincas y muchos de ellos se marcharon inmediatamente después abandonando las tierras de nuevo. Hoy en día estamos sin cobrar esos créditos y figuran ya como obligaciones en los bancos comerciales".Teodoro Obiang, aplicado estudiante de tercero de Derecho en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, considera que no se puede seguir hablando de conceder nuevas prórrogas a los antiguos propietarios porque "esto va en detrimento de la economía nacional, en el sentido de que hay organismos internacionales que quieren apoyar al sector agrícola, pero quieren antes certificar la propiedad de las fincas". "Tenemos un crédito muy importante del Banco Mundial, pero este organismo quiere que el Gobierno defina la propiedad de las fincas. Por eso urge que los antiguos propietarios se pronuncien si quieren sus propiedades, y si no lo hacen, el Gobierno tendrá que pronunciarse. No vamos a estar hablando de sucesivas prórrogas, porque la situación de Guinea Ecuatorial es crítica y el crédito del Banco Mundial tiene que ser utilizado este año".
El presidente ecuatoguineano asegura que "en el momento en que lleguen las propietarios, una vez que hayan satisfecho sus obligaciones con el Estado, automáticamente recuperarían sus fincas y el Gobierno les da garantía de que pueden trabajar tranquilamente, sin ningún problema".
"Yo sé que esos empresarios siempre han expresado el problema de la falta de mano de obra, pero eso no es el Gobierno de Guinea Ecuatorial el que tiene que resolverlo. Que ellos mismos contraten su mano de obra, sean ecuatoguineanos o sean extranjeros. Nuestro gobierno no pondría ningún obstáculo a la contratación de mano de obra extranjera, por el contrario, veríamos con muy buenos ojos esa gestión, porque el Gobierno es el primero que quiere que se puedan rehabilitar todas las fincas".
Lo que el Gobierno de Obiang no puede hacer es dar garantías económicas. "Yo no puedo garantizar en estas circunstancias la convertibilidad de la moneda. Existe un proyecto de hacerla convertible cuando nos integremos en el área del franco CFA".
'EI guineano se ha acostumbrado a no hacer nada'
Con gesto tierno y sinceridad que sólo se ve en países de aquellas latitudes, el alumno de la escuela militar de Zaragoza, en la que recibió el despacho de alférez, reconoce que "el guineano se ha acostumbrado a no hacer nada, a pesar de todas las invitaciones del Gobierno para que se dediquen a trabajos productivos, se han habituado a las actividades especulativas de la venta de productos importados", apoyados por "las maquinaciones de ciertos empresarios extranjeros".Obiang defiende la idea, probablemente minoritaria en la clase dirigente del país, de que el desarrollo de Guinea Ecuatorial pasa por tener buenas relaciones con España, que, en este momento, él califica de "excelentes". Le gusta el fútbol español y el programa Un, dos, tres....
"Diría a los españoles que no deben preocuparse por nuestra entrada en la zona franco". Es consciente de que este tema ha estado a punto de separarle definitivamente de Madrid, pero se resiste a tener que dar explicaciones sobre este tema porque cree "eso es como si yo preguntara al Gobierno español si la entrada de España en la CEE afectaría a las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial. Es un problema interno".
"Las relaciones con Francia siempre han sido buenas. Francia está haciendo lo que está a su alcance y nosotros estamos satisfechos, pero Francia actualmente no impone su autoridad sobre Guinea Ecuatorial", garantiza. "Es una opinión simple de ciertos observadores políticos decir que nuestra relación con Francia es un intento de soslayar a España. En absoluto. Yo siempre he expresado que Guinea no puede desarrollarse al margen de las relaciones con España, por la identidad cultural entre España y Guinea Ecuatorial. No hay que confundir el problema económico con el problema de identidad cultural".
"No debe haber duda alguna de que las relaciones con España continuarán, pero sí debe, haber convencimiento por parte de España de que Guinea Ecuatorial es un país que tiene su idiosincracia, su tradición y hemos formado nuestro Estado. Cualquier país que quiera tener buenas relaciones con Guinea Ecuatorial tiene que respetar estas condiciones".
Obiang cree que, muchas veces, "el problema es de recelo, porque muchos han querido considerar que Francia va a ser el país que va a tener una influencia política en Guinea Ecuatorial. Yo me atrevería a confirmar un concepto: Francia podría tener influencia en lo que respecta a la economía, por que es el que respalda al franco CFA, pero en el terreno político Guinea Ecuatorial debe mantener su posición actual".
'Queda sin resolver el tema de la cooperación'
Sin embargo las relaciones hispano-ecuatoguineanas están continuamente en el disparadero por grandes o pequeños motivos. Actualmente, a juicio de Obiang, "no existe ninguna controversia, ninguna diferencia después de haber aclarado las circunstancias que tuvieron lugar con el asunto del sargento Micó".Queda sin resolver, no obstante, el tema de la cooperación entre los dos países, en la que España ha invertido alrededor de los 15.000 millones de pesetas. "La cooperación debe estar programada de acuerdo a los ideales de ambas partes y no la canalización como la pretende hacer la patria española, unilateralmente y sin contar con el Gobierno ecuatoguineano".
"Podría decirse que, actualmente, en los que respecta a la cooperación existe un impasse, estamos paralizados. Lo único que funciona es la cooperación en asistencia técnica, pero en cuanto a la asistencia económica, desde hace tres años el Gobierno ecuatoguineano no recibe ningún crédito, ni ningún apoyo económico para poder planificar su desarrollo". "Existen proyectos establecidos por ambos partes en la última comisión mixta que se celebró en Madrid, pero faltan los recursos económicos para que se materialicen estos proyectos".
Se queja Obiang de que "después del cambio de la Administración española, parece que no hubo entendimiento por parte del Gobierno español de los acuerdos que el Gobierno anterior había firmado con los ecuatoguineanos". Insiste en que "las relaciones entre Estados no deben modificarse por razones ideológicas".
Teodoro Obiang se muestra orgulloso de haber permitido al pueblo de Guinea Ecuatorial "el uso de sus libertades, el uso de sus derechos", pero se muestra incómodo cuando se le pregunta por el riesgo de golpe de Estado en el país. "Es una pregunta que no quiero contestar, aunque la podría contestar con toda seguridad, sin que pudiera hacer una contrapregunta en el sentido de si existe algún interés oculto de que se cambie la actual Administración ecuatoguineana, porque decir si va a haber un cambio quiere decir que existen temores por parte del Gobierno".
"El Gobierno está tranquilo", sentencia, "de que la programación que ha hecho se va a cumplir, y si, por desgracia, no pudiéramos cumplir nuestro programa, esto se vería por cauces democráticos".
El presidente sigue "con preocupación" los acontecimientos en el vecino Camerún, espejo fronterizo en el que se miran los ecuatoguineanos, aunque considera que "se trata de un asunto interno" y extiende ese sentimiento a "la situación en Chad".
Responde con un rontudo "sí" a la pregunta de si se muestra respaldado por las instituciones y por su pueblo. Destaca que el único problema de Guinea Ecuatorial es la imposibilidad de iniciar el desarrollo e insiste, por último, en que los españoles "vuelvan".
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