Una propuesta para la izquierda / y 2
Para desarrollar el análisis esbozado en la primera parte de este artículo, publicada ayer, el autor razona hoy su argumento según el cual es necesaria una profunda remodelación de la izquierda europea. En este principio asegura que se basa la oferta hecha recientemente por el PCE en favor de una "amplia convergencia social y política a todos los partidos, grupos, organizaciones sociales, personalidades políticas, del mundo de la cultura, del arte y de la ciencia... que se inspiren en un proyecto realmente renovador de la sociedad española, desde posiciones de una izquierda real, democrática".
Este panorama hace imprescindible articular social y políticamente una amplia alternativa al proyecto de americanización de Europa; de ahí la necesidad también de remodelar la izquierda europea. Este es el análisis que nos incita a los comunistas españoles a salir de la política rutinaria, alicorta sin perspectiva, que practica el PSOE en España y la mayoría de partidos socialistas europeos, y a realizar una oferta que trabaje en favor de una perspectiva de largo alcance que permita rearmar política y culturalmente a la izquierda y cambiar el actual proyecto social demócrata por un proyecto transformador.Nos proponemos responder a ese reto en España, en primer término, reforzando al PCE. Se ha venido demostrando que sin ello no son posibles otras opciones Pero superando toda tentación de ver al partido como un fin en sí mismo, trabajando con perspectiva histórica, con generosidad, por una política de alianzas, de articulación de las fuerzas realmente transformadoras, empezando por un esfuerzo de integración de todos los comunistas del PCE. Con esta orientación, el Comité Central del PCE, en su reunión del pasado 11 de mayo, convocó "a una amplia convergencia social y política a todos los partidos, grupos, organizaciones sociales, personalidades políticas, del mundo de la cultura, del arte y de la ciencia... que se inspiren en un proyecto realmente renovador de la sociedad española, desde posiciones de una izquierda real, democrática".
El primer objetivo de esta convergencia sería la elaboración, en el marco de un amplío debate en todo el Estado -buscando la participación de diversos sectores sociales y profesionales interesados-, de propuestas alternativas de cambio real a los principales problemas que tiene España y que el PSOE está dejando pudrirse, en primer lugar a la crisis y al paro y a la actual política internacional. El Comité Central del PCE formuló esta propuesta con un talante abierto, en el sentido de que esa convergencia pueda tener expresión instituciónal mediante la concreción de un amplio acuerdo electoral en el horizonte de 1986.
Se trata de una propuesta que busca en primer término fortalecer la articulación de una sociedad civil que se resiente gravemente del institucionalismo del PSOE y de los propios errores del PCE. Se trata también de un intento de incorporar a un proceso de cambio real a lo que venimos llamando las fuerzas de la cultura, recuperando para ellas el protagonismo social y político que les corresponde y que han perdido en la nueva etapa democrática; a una juventud que no encuentra puntos de referencia para proyectar sus nuevas ideas, sus nuevos conceptos de la vida y de la política; se trata de motivar a sectores de la pequeña y de la mediana empresa devorados por la política de la gran banca y la gran patronal, y que pueden jugar un papel importante en la recuperación económica y en la crbación de empleo. Una convergencia de esta naturaleza nos puede colocar en mejores condiciones para recuperar la iniciativa en las comunidades autónomas, donde el centralismo del PSOE está entregando la capitalización de los sentimientos y de los derechos regionales y nacionales a la derecha.
Visión de futuro
Me importa subrayar que este llamamiento del PCE se inspira en una visión histórica, de futuro, y que es ajeno a cualquier tentación instrumentalizadora. Se inspira en la creencia misma de que el PCE tiene que renovarse atendiendo a los cambios que se vienen operando en la sociedad y en la misma estructura de la clase obrera, sin lo cual no podrá afrontar con perspectiva su responsabilidad ante la crisis de civilización que vivimos. Se trata de una propuesta que conecta con la tradición unitaria e integradora de un partido como el nuestro, que ha sabido a lo largo de su historia ofrecerse a amplios acuerdos en defensa de los intereses específicos de las fuerzas transformadoras y, siempre, de los intereses generales del país.
Hacemos esta propuesta desde la modestia y el sentido de nuestra responsabilidad, sabiendo que no se trata de una solución mágica, admitiendo que no faltarán quienes piensen que está cargada de utopías. Pero convencidos, no obstante, de que la utopía como búsqueda de nuevos horizontes es un impulso al que el progreso no puede renunciar. Y que, en todo caso, hay en esta propuesta un potencial grande para la esperanza. Esperanza en la acción y no en la pasividad. Afrontando el riesgo y renunciando a instalarnos en el posibilismo. Para eso ya tenemos al PSOE. Es una propuesta para que la política del país gire hacia la izquierda.
es secretario general del Partido Comunista de España.
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