La mujer y el servicio militar
En el Estado español se sigue dando diferente trato jurídico al hombre y a la mujer, pese a los avances logrados en los últimos tiempos. La Constitución de 1978 culmina esta historia, al establecer en su artículo 14 que "los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social". Sin embargo, esto no ha surtido efecto en la totalidad de las leyes actuales.Es precisamente en el ámbito militar donde se manifiesta de forma clara. Me refiero concretamente a la actual ley de Servicio Militar, en la cual se considera al sexo como hecho diferencial jurídicamente relevante a la hora de cumplir con el servicio militar que se establece en dicha ley. Es inconcebible que el actual ministro de Defensa afirme en unas recientes declaraciones que la razón más consistente para que se mantenga esta situación es el gran coste que supondría, principalmente en obras de infraestructura, anteponiendo los motivos económicos a los principios básicos establecidos en la Constitución.
No pretendemos realizar un alegato militarista, pero resulta chocante que las organizaciones feministas, tan defensoras de la plena igualdad jurídica entre hombre y mujer en otros campos -lo cual mecere el apoyo generalizado de la sociedad como corresponde a un Estado moderno-, no hayan resaltado esta diferencia, que resulta evidente, y pedido la equiparación.
Pasó el tiempo en el que la mujer era considerada como un ser incapacitado para realizar determinadas tareas, las cuales se reservaban al hombre. No hace tanto tiempo de esto. Sin embargo, la sociedad española ha logrado un plausible desarrollo en el tema de la igualdad ante la ley. No obstante, en este aspecto (el del cumplimiento del servicio militar) siguen manteniéndose diferencias importantes por razón de sexo que están impidiendo la real y plena equiparación de los derechos y deberes de los ciudadanos, con lo que, en el fondo, se mantiene aquella concepción tan injusta, desechada afortunadamente por la sociedad./
y dos firmas más,
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.